Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Análisis

Guerra abierta en el PSPV

El alcalde de Almussafes acusa a su colega de Llaurí de liberar a un segundo edil en lugar de destinar ese salario a crear empleo - González y Martínez llaman "perdedor y conspirador" a Baixauli

Algunos de los principales dirigentes del PSPV en la Ribera Baixa ya se disparan entre ellos con munición de grueso calibre. El alcalde de Almussafes, Toni González, arropado por buena parte de la ejecutiva comarcal, ha llamado «perdedor» a Juan Luis Baixauli (militante socialista que forma parte de la dirección provincial del partido) y ha recomendado a la alcaldesa de Llaurí, Ana González, que «deje de hacer políticas que no sean las de preocuparse por la ocupación de Llaurí». Incluso le ha recriminado que «prefiriera liberar a un segundo concejal tras convertirse en asesora de Carlos Fernández Bielsa en la Diputació de València, en vez de destinar ese salario a políticas de empleo». La críticas descarnadas también alcanzan a la agrupaciuon socialista de Cullera, a la que acusan de «no preocuparse» de saldar una deuda de 400.000 euros con la Mancomunitat.

Respecto a las críticas lanzadas por Baixauli y Ana González por no haberse convocado todavía el comité comarcal, máximo órgano ejecutivo entre congresos, el sector que controla la ejecutiva replica que se creó hace aproximadamente tres meses, y subraya que la dirección de la Ribera Baixa «fue elegida con una mayoría, ajustada, pero mayoría democrática al fin y al cabo, hace año y medio, lo cual le da potestad para trabajar y tomar las decisiones que considere adecuadas».

La plana mayor socialista de la comarca mantuvo una reunión a última hora en la mañana de ayer en la que se encontraba el secretario general, Salva Martínez. Del cónclave salieron más reproches a Baixauli «por su desconocimiento de la creación del comité comarcal» y redoblados ataques por no haber sido capaz de ganar «nunca unas elecciones, ni a la secretaría general en la comarca, ni cuando apoyó a Benja Mompó como secretario general en Sueca». Toni González remató el argumento: «Tras sus derrotas, Baixauli intenta lograr por vías no democraticas lo que no consiguió con unas elecciones abriéndole un expediente disciplinario al actual alcalde de Sueca acusándole de pactar con la derecha».

Por su parte, Salva Martínez acusó a la alcaldesa de Llaurí de «hacer todo lo posible para que las negociaciones para elegir una presidenta socialista en la Mancomunitat fracasaran. Y agregó: «No tiene ningún sentido que me llame incompetente cuando en realidad fue ella quien intentó boicotear a la ejecutiva comarcal». Martínez también apuntó que a la ejecutiva comarcal «le gustaría que Baixauli se dedicará más a trabajar por su agrupación y por la comarca y menos a intentar conspirar y menospreciar a los compañeros de partido».

Cobrar la deuda de Cullera

González, con el beneplácito de la ejecutiva comarcal, lanzó otra pulla al Ayuntamiento de Cullera por su «falta de solidaridad al no hacer frente a la deuda contraída de 400.000 ? que tiene con la Mancomunitat y que podrían ser utilizados por los pueblos más pequeños para combatir la falta de empleo, mientras que sí es capaz de organizar grandes eventos como la Vuelta Ciclista a España». Una situación, subrayó la primera autoridad de Almussafes, «que permitió la anterior presidenta de la Mancomunitat de la Ribera Baixa [la alcaldesa de Favara]con el beneplácito de la alcaldesa de Llaurí, una de las ciudades más necesitadas dela Ribera Baixa».

Compartir el artículo

stats