El ser humano busca cada día superar nuevos retos inclusivo forzando el cuerpo cada vez más. ¿Imaginan correr 160 kilómetros en casi 40 horas, la mayor parte de noche? Esto lo ha conseguido la alcireña Encarna Fernández el pasado fin de semana en las 100 millas del Valle del Genal, donde recorrió 15 municipios de este valle malagueño. Desde las 21,00 horas del pasado viernes, Encarna corrió 25 horas de noche y 14 a la luz del día hasta que llegó a meta hacia las 11 de la mañana del domingo.
«Mi carrera más larga había sido de 109 km y llevaba tiempo queriendo hacer esta distancia», reconoció. La segunda noche fue la más pesada. «No llegaba nunca el momento en el que podía tomarme un café que me reanimara después de 24 horas despierta», añadió. En una prueba con más de 18.000 metros de desnivel acumulado y un nivel de competidores alto, la alcireña llegó la quinta veterana y octava en la general.
Para llegar a este hito apenas ha corrido este año y se ha centrado en los entrenamientos. En febrero hizo la maratón y media (69 km) que salía de las Cuevas de San José en Vall d'Uixó. En abril fue tercera veterana y cuarta absoluta tras correr 21 h. y 98 km en el Ultra Trail Monsec, la prueba más dura de Catalunya. Un mes después llegó segunda veterana en el maratón de Gredos y en junio se colgó el bronce de veteranas en el Berga Trail, donde recorrió 42 km con un desnivel acumulado de 6.700 metros y ocho horas y media. Fue la última prueba antes de correr en Málaga.
«Agradezco la colaboración de la clínica Tecma, la gasolinera Mas Oil, la piscina cubierta de l'Alcúdia, la cámara de recuperación de infrarrojos Redescans de Burjassot y el gimnasio Box Xtreme Functional de Benicalap donde entreno a las órdenes de Rafa Olcina», aseguró tras su hazaña.
Meta, los Alpes
Tras tanto esfuerzo llega el momento del descanso para afrontar una nueva temporada con retos aún mayores. Encarna quiere correr en julio las 100 millas del Vall d'Aran, donde luchará contra la altitud, 22.000 metros de desnivel acumulado y el frío que encontrará a 3.000 metros de altura aunque ya sean fechas veraniegas. A final de temporada tratará de acabar los 130 km del Tot Dret en Italia y 24.000 metros de desnivel acumulado. En las dos anteriores ocasiones no ha podido completarlos. El primer año porque llegó 20 minutos tarde a un punto de paso cuando solo le quedarían 28 kilómetros para la meta. El año pasado porque se suspendió la prueba en el km. 90 por un temporal. «Acabarla me abrirá las puertas de mi gran sueño, el Tor des Geants. Una prueba de 357 km que se han de recorrer en una semana en plenos Alpes a la que accediría sin sorteo previo», indicó.
Para preparar todas estas pruebas ha de compatibilizar los entrenamientos con su trabajo a tres turnos y los quehaceres familiares. «Gracias a mi marido y mi hijo, que me han ayudado en los puntos de avituallamiento y me apoyan en esta ilusión», concluyó.
