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Crisis citrícola

La Copal plantea alianzas y cambios en las variedades tras "tocar fondo"

La granizada de julio de 2018 y la situación internacional se traducen en pérdidas en las cuentas anuales de la cooperativa de Algemesí - La asamblea aprueba un plan de choque para renovarse

Un grupo de socios de la cooperativa de Algemesí durante la asamblea general de la sección de cítricos realizada esta semana. vicent m. pastor

Corren tiempos difíciles para los agricultores. A los problemas clásicos como las inclemencias climatológicas se han sumado otros relacionados con la política internacional. Inmerso en ese problema se encuentra el sector y de él ni siquiera se escapa la Copal, una de las principales cooperativas en la producción de cítricos a nivel nacional. De hecho, la entidad de Algemesí lanzará un plan de choque tras «tocar fondo». Éste incluye medidas como el impulso de alianzas entre cooperativas o la reconversión a otras variedades.

La asambela general extraordinaria de la sección citrícola realizada esta semana dejó «un sabor agridulce», en palabras del presidente de la Copal, Raül Aliaga. «La parte agria viene porque hablar de los resultados de la campaña implicaba, una vez más, decir que hemos tocado fondo, incluso cuando parecía que no se podía tocar más fondo», aseguró ayer a Levante-EMV. La granizada del 1 de julio de 2018 marcó el devenir de una campaña que estaba todavía por arrancar. A eso se suman otros factores externos como los acuerdos con Suráfrica y el Cono Sur.

«La parte dulce es que la propia asamblea que recibió la información sobre las pérdidas que reflejan las cuentas anuales de la sección de frutas y hortalizas también aprobó en esa misma sesión el Plan Estratégico que define las actuaciones de Copal durante los próximos años», detalló el presidente de la cooperativa. Pese al balance negativo, «la solvencia y la gran garantía patrimonial que tiene la cooperativa le pemiten afrontar las mejoras necesarias», puntualizó.

Resulta evidente que el futuro de la agricultura pasa por la renovación. «Somos una cooperativa que este año ha cumplido cien años. Eso significa que se han hecho muchas cosas bien, pero eso no es garantía de nada si no lo acompañamos de un proceso de mejora, de un impulso que nos adapte y nos mantenga vivos». Entre las líneas que incluye dicho plan de choque se incluyen aspectos como la especialización de la gerencia en dos áreas dentro de la cooperativa, el impulso de alianzas y sinergias con otras entidades o la reconversión varietal.

«Todo ello se une con otras medidas ya adoptadas como las auditorías internas de procesos, el refuerzo y estructuración del departamento comercial, la modificación del organigrama, la dotación de más recursos al control y mejora de calidad o las inversiones realizadas en el almacén», destacó Aliaga, que añadió a continuación: «Pero todo pasa, ineludiblemente por mejorar las liquidaciones al productor. Él es quien inicia la cadena de valor y el elemento más importante de ella, porque todos los que después cuelgan de este primer eslabón, dependen del productor. Actualmente está relegado al último lugar de la cadena, cuando es él quien la hace posible. Y esto tiene que cambiar».

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