Algemesí va camino de convertirse en un municipio ejemplar a la hora de reducir las fugas de agua de la red de abastecimiento. Y todavía puede mejorar más esa condición. Según el plan integral de actuaciones presentado por Aguas de Valencia al consistorio, la localidad debe renovar 24 kilómetros de cañerías en los próximos años. No obstante, abordando únicamente un tramo del 10 % ya se reducirían la mitad de los escapes y reventones que se producen en la actualidad.
Según explicó el delegado de la empresa adjudicataria en la comarca, Rafael Aranda, se trata de un proyecto «tremendamente ambicioso y pionero, que únicamente se ha desarrollado en València y Sagunt». Para ello, «se ha gestionado el Big Data que genera un abastecimiento como el de Algemesí, con unos 100 kilómetros de cañerías y más de 13,6 millones de datos hidráulicos anuales, con los que hemos realizado un modelo matemático de la red».
Esta tarea permite identificar las cañerías que son de mayor edad, las que todavía están elaboradas con materiales obsoletos como el plomo, y aquellas que en los últimos diez años han generado la mayor tasa de incidencias por fugas ya que acumulan prácticamente el 50 % de las reparaciones y reventones. A partir de ese punto se puede diseñar la renovación de la red. «Hay que tener en cuenta que la información de partida es muy fiable, porque tenemos datos históricos y de la red desde 1905 y que la información operativa que generamos diariamente nos permite localizar las incidencias que se generan», añadió Aranda.
La información recopilada por la empresa le ha permitido conocer que la infraestructura de abastecimiento ha agotado ya la mitad de su vida útil. «Por lo tanto, tenemos que planificar ya medidas correctoras. Se estima que tenemos que renovar 24 kilómetros de cañerías en los próximos diez años para garantizar la sostenibilidad del abastecimiento. Ésto es técnicamente asumible teniendo en cuenta que al ayuntamiento le hemos presentado un estudio serio que localiza 10 kilómetros de cañerías, que una vez renovadas, se eliminaría la red que genera la mitad de las molestias por escapes de todo el abastecimiento», aseguró Aranda.
Problema sanitario
Más allá de las fugas, la renovación de las cañerías tiene otras vertientes. «A la hora de abordar renovaciones, hemos de identificar los tramos que presentan mayor problemática sanitaria, es decir, las cañerías de plomo. Al eliminarlas, se refuerza la potabilidad del agua y se reduce el tiempo que permanece en la red, lo que ayuda a evitar que se generen subproductos del color al reaccionar con la materia orgánica de las cañerías viejas», argumentó Aranda.
La empresa cifró todas las actuaciones de mejora de la red, entre las que se incluye una propuesta para incorporar contadores de telelectura y/o telegestión en el ayuntamiento, en 6,5 millones de euros. «La intención del ayuntamiento es asumirlas poco a poco. Con pequeñas mejoras ya hemos logrado ahorrar agua y dinero, es decir, se crea un círculo virtuoso que nos permite continuar invirtiendo y mejorar el servicio que ofrecemos a nuestros vecinos», aseguró al respecto el concejal de Urbanismo, Edgar Bresó.
