Debajo de la Capella de la Comunió de la Basílica de Sant Jaume de Algemesí no hay restos de una antigua mezquita. Esa es una de las conclusiones a la que ha llegado la investigación realizada tras las excavaciones que se realizaron en el emblemático edificio religioso hace un par de años. Así se recoge en el trabajo «La Capella de la Comunió d'Algemesí», realizado por Joaqui García Sentamans. Éste le ha valido a su autora el premio de ciencias sociales Vicent Castell Llàcer

El jurado ha valorado positivamente su aportación al esclarecimiento de los orígenes de Algemesí, puesto que la investigación sobre el templo parroquial antiguo pone luz sobre las diferentes fases de su evolución histórica. Este proyecto demuestra que Algemesí forma parte del proyecto de Jaume I de las ubicaciones de las iglesias cristianas.

No obstante, su verdadera importancia radica en que el trabajo descarta, al menos en la zona donde se realizaron catas arqueológicas, la presencia de restos de una hipotética mezquita sobre la que se habría construido la actual basílica, una idea que había arraigado con fuerza en la localidad.

«Siempre ha existido esa hipótesis», explicó ayer García, que prosiguió: «El origen del topónimo de Algemesí es musulmán, por lo que se creía que las personas que aquí vivían tendrían un espacio dedicado a la oración. Es posible que hubiese una mezquita en la localidad. A lo mejor si se siguen las excavaciones en otros puntos de la basílica se podría hallar algo. Nosotros encontramos algunas criptas pero en los sondeos que hicimos no aparecieron restos. Excavamos hasta cuatro metros de profundidad y no descubrimos nada. Si no estaba allí, quizás estuviera en otro punto. Puede que existiera pero se arrasara. O quizás las personas de Algemesí acudían a orar a Alzira». García trabajó junto al arqueólogo José Ferrandis en la basílica.

Como las murallas alcireñas

Aunque esa hipótesis queda descartada por el momento, García reconoció: «No podemos afirmar rotundamente nada, quizás futuros trabajos nos ayuden a poder ampliar la información». Con todo, se mostró satisfecha con los resultados obtenidos durante las excavaciones: «La verdad es que ha sido un proyecto enriquecedor. Hablamos de una iglesia de Reconquista que se construyó con mano de obra que era musulmana. Es algo que se aprecia en la tapia hormigonada de cal, la típica que se encontraba, por ejemplo, en las Murallas de Alzira. Además, se utilizó como cimiento una antigua iglesia cristiana del siglo XIII, eso se nota porque la Capella de la Comunió no guarda las proporciones correspondientes a la basílica, sino que está condicionada por la antigua que tiene debajo», concluyó García.