El proceso de desaparición de las playas se inició en los años sesenta con la construcción y posteriores ampliaciones del Puerto de València, cuya influencia ha provocado un grave déficit sedimentario que ahora se intenta paliar con cerca de tres millones de metros cúbicos de arena que debe extraerse de un yacimiento submarino existente frente a la costa de Sueca, aunque ahora se está extrayendo desde la playa.
El hecho de realizar un trasvase de tan gran envergadura puede, según Pérez, «significar un cambio total en el hábitat de especies como la merluza, el 'mollet', la sepia, lenguados o palayas, con lo que el sector pesquero se vería firmemente afectado sobre todo en el nivel de capturas lo cual significaría su muerte económica». Además, el propio Pérez vaticina que «no solo la extracción se está acercando a los bancos de arena donde depositan sus huevos las tellinas, sino que también se está modificando totalmente el ecosistema en las zonas de playa dónde se está trasvasando la arena».
