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¿Dónde desemboca el Barranc de la murta?

Nacimiento del barranco, entre las montañas que rodean el valle.

Poca gente conoce dónde desemboca el Barranc de la Murta. Les propongo que recorran conmigo el nacimiento, su periplo por la Ribera y el lugar donde tristemente desaparece el barranco, nacido en las cumbres que rodean el valle de la Murta.

En los años noventa tuve la oportunidad de hablar con D. José Mascarell. En aquel momento rondaba los 90 años de edad. Nació en las Casas de Moncada, hoy desgraciadamente desaparecidas. Antiguamente eran huerto dependiente del Monasterio de la Murta, se encontraban junto al río Júcar, cerca del paso del barranco de la Murta, actualmente la carretera de Albalat. En las largas charlas que tuvimos, siempre mantuvo que el barranco de la Murta no desembocaba en aquella zona del río Júcar.

Durante el año 2019, tuve la oportunidad de conocer a una persona que sabía el destino final del Barranc de la Murta. Posteriormente, realizamos una visita de su recorrido por las tierras de la Ribera. Aquí nace mi deseo de escribir este artículo, que aclarará dónde termina dicho barranco.

El barranco murteño nace en lo que se denomina el barranco Negro, situado bajo las paredes del Pic dels Brúfols, por un lado, y por el Pla de Carrasques y las laderas de la Primera Orella i la Creu del Cardenal, por otro. En este zona encontramos una rica vegetación, con helechos de gran tamaño, endemismos casi exclusivos o de área muy restringida, como son la «Campánula hispánica» o el «Sarcocapnos saetabensis». Así mismo, también encontramos algunos pies del «galer valencià» (Quercus faginea).

Se desliza ladera abajo, pasando junto al Monasterio de los Jerónimos y bajo el puente de Felipe II. A unos doscientos metros del puente, siguiendo el cauce, se le une por la derecha el barranco del Pont dels Oms. Prosigue su curso, saliendo de la finca de la Murta junto a la caseta del motor, cerca de la casa del Guarda, actualmente utilizada como punto de control de la entrada al valle.

A partir de aquí, el barranco siempre estará rodeado por campos de cultivo de cítricos, frutales o arroz. En su serpenteante recorrido por el valle, se le unirán los barrancos del Pou y Racó de les Viñes, y el barranco de la Rabosa y de Pachorra, actualmente con el cauce asfaltado. Prosigue su camino ensanchando su cauce, hasta llegar a su paso bajo el puente de la carretera de Corbera, donde alcanza su mayor anchura, de varias decenas de metros. Posteriormente, va reduciéndose hasta alcanzar la carretera de Albalat, donde se reduce a una acequia de no más de 2 metros de anchura.

Aunque pensemos que lo lógico sería que desembocara directamente en el río Júcar, si observamos la orografía, apreciaremos que los terrenos ubicados en la parte izquierda, en dirección hacia Albalat, están más altos que el margen derecho de la carretera. El agua, en su sabiduría, al llegar a este punto, busca la parte baja y toma dirección hacia la partida dels Tolls que, como su nombre indica, es la parte más baja de la zona, por lo que el Barranc de la Murta nunca desembocó en el río Júcar en este lugar. Siguiendo al lado de la carretera durante unas decenas de metros, continúa por el barranc del Duc, cruzando la partida dels Tolls.

Dejando atrás dicha partida del término de Alzira, cruza por debajo de la autopista y se transforma en la acequia del Rei, que ya no abandonará hasta su fin.

Este barranco se transforma en una acequia dentro del sistema de riego tradicional, debido a los aportes producidos, que le dotan de un caudal apto para el riego. En su recorrido se riegan partidas de los térmimos municipales de Benicull, Polinyà del Xúquer, Riola, Fortaleny, Llaurí y Cullera.

En su paso por el término de Benicull, transcurre por el «llavador» del pueblo, junto a la carretera. Este edificio permitía a sus vecinos el lavado de sus prendas, aprovechando el caudal de la acequia del Rei.

En su salida del término de Benicull, se alimenta «dels Ullals de la Font» y de la Acequia de Guillem. Continúa su camino rodeado de campos de arroz, en su trayecto hacia el término de Fortaleny, donde sufre un soterramiento bajo la acequia de Cullera, para terminar en las cercanías del Molí de Tomba, mediante una compuerta que culmina en el cauce del Júcar, conocida como el Canet del Rei. Se encuentra actualmente en un estado deplorable, por la costumbre del ser humano de inundar las acequias de plásticos y todo tipo de materiales, que hacen de bellos lugares un basurero.

El Molí de Tomba, actualmente en estado de ruina, fue molino harinero y fábrica de luz, cerca de Fortaleny, pero en término de Llaurí. Hoy, los terrenos que ocupó el molino están compartidos con la estación de bombeo «Grupo de bombeo Molí de Tomba», perteneciente al Sindicato de Riego de Cullera, construida en 1985. A escasos metros se encuentran, cerca del río, los restos más antiguos del Molí de la Matada.

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