El denominado Pont de Fortaleny ha sido restaurado por la Diputació de València y convertido en una plataforma ciclista y peatonal que aspira a convertirse en un punto de interés para el turismo que busca experiencias naturales, pero sigue sin estar unido a la localidad a la que debe el nombre. El proyecto para conectar el centenario puente con el municipio, sin embargo, está cada día más cerca. Es una vieja aspiración del ayuntamiento que pretende hacerse en realidad, aunque dificultades no van a faltar: hace falta expropiar terrenos ante la estrechez de la calzada.
Hace unos días, Sara Villa, ingeniera de obras públicas del Servicio de Planificación y Projectos de la diputación, visitó Fortaleny. El objetivo de su llegada no era otro que revisar in situ la zona donde se va a realizar el carril ciclo-peatonal que enlazará el también llamado puente Alfonso XIII con el municipio ribereño.
Esta actuación, que era una segunda fase del proyecto que arrancó en 2015 para la rehabilitación del centenario Pont de Ferro, facilitará la conexión con el municipio de Fortaleny y la pasarela de Sueca. No se descarta que la intervención urbanística pueda iniciarse este mismo año, por lo que el Ayuntamiento de Fortaleny ha valorado «de forma muy positiva» la visita técnica.
Alcaldesa «satisfecha»
La alcaldesa del municipio, Juani Clos se ha mostrado «muy contenta e ilusionada porque los acuerdos se van cumpliendo según lo previsto y, poco a poco, se va haciendo realidad lo que el ayuntamiento solicitó a la demarcación de carreteras de la Diputació de València».
Durante la visita, los técnicos comprobaron sobre el terreno la necesidad de realizar algunas expropiaciones en los márgenes por lo que discurrirá la vía ciclista, «aunque se prevé que sean mínimas», según precisó la alcaldesa. Además, ya se han iniciado conversaciones con los regantes ya que habrá que hacer un pequeño desplazamiento de una acequia que transcurre por el recorrido en cuestión.
Inicialmente el carril bici llegaba hasta el polideportivo municipal de Fortaleny, aunque la técnico de la Diputació se comprometió a prolongarlo hasta la entrada del pueblo. El puente, un emblema de la ingeniería civil de principios del siglo XIX, se ha convertido en un signo de identidad para este municipio de La Ribera.
