El Ayuntamiento de Llombai convocó a sus vecinos en el salón de actos de la cooperativa. El aforo se completó sin problemas. El objetivo era el de informar a la ciudadanía de todos los pormenores sobre la instalación de la planta fotovoltaica al mismo tiempo que se alertaba del riesgo de algunos de los contratos ofrecidos por las empresas interesadas en construir la central.
«Llevamos muchos días recibiendo preguntas de nuestros vecinos y hemos querido dar respuesta a sus inquietudes», explicaba el alcalde, José Forés. «Algunos nos han enseñado los contratos ofrecidos y hemos observado algunas prácticas que no nos parecen correctas y que pueden dejar a los agricultores atados de pies y manos porque no garantizan la compra o no se concretan plazos».
En ese sentido, Forés hizo un llamamiento a la sensatez: «Soy tan consciente como el que más que la situación en el campo es un verdadero drama y es muy tentador vender una parcela agraria en estos momentos. Pero creemos que nadie debe firmar nada que no haya estudiado detenidamente hasta conocer todas las condiciones, porque las hay más serias que otras», manifestó.
El alcalde, con todo, reconoció que la infraestructura puede ser muy beneficiosa para Llombai. «Para un ayuntamiento como el nuestro es positivo. Supondría recibir más ingresos y contar con energía limpia. Pero también tenemos que debatir sobre las condiciones que eso implica, porque podría ser que en quince años nos encontrásemos con que tenemos un pueblo sin tierras para cultivar», comentó.
