Polinyà de Xúquer celebró el pasado fin de semana la segunda edición de su festival de magia Polinyà Màgic. Con una gran afluencia de público, este festival patrocinado por el ayuntamiento y que cuenta con la dirección artística de los Mágicos Bufones y la Casa Museo de la Magia de Polinyà, va consolidándose como un referente en el mundo de la magia.

El segundo Festival de Magia de Polinyà de Xúquer cumplió con las expectativas que se habían generado, tanto por parte de los organizadores como de los promotores y artistas, y conseguía una gran afluencia de público, tanto a los espectáculos gratuitos de calle como a los espectáculos con entradas con precios populares de uno o dos euros.

Numeroso público, tanto del pueblo como llegados de fuera de él, en especial de la provincia de València y sobre todo de la comarca de la Ribera, se acercó a Polinyà atraído por la gran diversidad de espectáculos que conformaban el programa de esta segunda edición.

Magia de proximidad en bares reconvertidos en pequeños teatros, que han servido para lanzar una nueva propuesta en esta edición como ha sido el Circuito de Magia, una magia escénica con un formato más grande o magia de calle, que ha conformado la programación de este festival.

Aquellas personas que han acudido a Polinyà estos días han podido disfrutar de la magia cómica o humorística del cubano Camagüev o del Premio Nacional de 2019, el mago «Kachinocheve»; de la magia itinerante de la «Bicicadabra» y del Circo de Pulgas con el mago catalán Fèlix Brunet; de la elegancia del mago Albert, de la espectacularidad del mago de Benidorm Mágico John, de la magia de cerca de los propios Mágicos Bufones y de los magos de la Magia a Dos o de los espectáculos nocturnos del FaKir Kirman.

El domingo por la tarde tuvo lugar el espectáculo de clausura en el que, al final, se rindió homenaje a Linda Baker, «la mujer de hierro», sobrenombre artístico de Ángeles Villa, nacida a Cenizate (Albacete) y que durante 25 años de su vida, en plena época franquista, deleitó al público en plazas de toros y campos de fútbol con su extraordinaria demostración de fuerza arrastrando camiones o autobuses con gente con una cuerda en la boca o con su melena, parando motos acelerando contra su cuerpo o doblando barras de hierro. El premio del festival fue entregado por el alcalde, Òscar Navarro, y el concejal de Cultura, Joan Nogueroles.