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Quejas

Los vendedores ven discriminatoria la suspensión de los mercados en la calle

Avame denuncia que si no se cierran tiendas ni centros comerciales «no es necesario» anular los puestos ambulantes - Pedirá compensaciones

Uno de los puestos instalados ayer en el mercado ambulante de Alginet. levante-emv

La Asociación Valenciana de Mercaderes (Avame) ha alertado de que la suspensión del mercado ambulante decretada por numerosos ayuntamientos ante la alerta sanitaria por el coronavirus ha sido «precipitada, no resulta proporcional y es discriminatoria» ya que, según expuso ayer la entidad que preside el alcireño Miguel Ángel Viñes, no tiene sentido que se suspenda la venta ambulante que se realiza al aire libre mientras se mantienen abiertas todas las tiendas y centros comerciales. «Representa un agravio comparativo grave», alertó la junta directiva de la mayor asociación de mercaderes de la Comunitat Valenciana -cuenta con más de 800 socios-, que agrupa de forma mayoritaria a comerciantes de la Ribera o que ejercen su actividad en la comarca.

Avame anuncia que pedirá compensaciones a aquellos ayuntamientos que han suspendido el mercado sin que existiera una directriz de la conselleria en este sentido. Municipios como l'Alcúdia o Alginet aún celebraron ayer el mercado semanal aunque, según comentó Juan Santacreu, se ha producido un «efecto contagio» desde que el Ayuntamiento de Llíria ordenara suspender el mercado en esta localidad. El goteo ha sido incesante desde ese momento y los directivos de Avame advierten de que la imposibilidad de trabajar puede supone un duro mazazo a un sector que no pasa por su mejor momento.

Avame reforzó sus críticas a la suspensión de mercados por parte de los ayuntamientos exhibiendo una nota informativa de la dirección general de Comercio que recuerda a los ayuntamientos que para adoptar medidas restrictivas a alguna actividad económica se han de respetar los principios de «necesidad, no discriminación y proporcionalidad» y que, en este caso, cerrar los mercados municipales o los mercados no sedentarios mientras se permite la apertura de tiendas físicas «es discriminatorio y, además, no tiene sentido si los productos que se venden en los diferentes establecimientos es equivalente». «Toda diferencia de trato tiene que estar justificada», expone la circular.

Miguel Ángel Viñes y Juan Santacreu incidieron en que los mercaderes ambulantes «cumplen las mismas medidas de seguridad e higiene que cualquier tienda física» y reivindicaron que el comercio no sedentario «es un servicio público más de cualquier pueblo», por lo que defendieron que «si no se van a cerrar los centros comerciales no es necesario cerrar los mercados».

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