La apertura de terrazas de los bares y buena parte de las tiendas cambió ayer la fisonomía de las calles y plazas de la Ribera. El número de ciudadanos que salieron de casa fue ayer muy significativo. Y mientras crecen esos indicadores de vida urbana, la situación se encuentra cada día más normalizada en el hospital de Alzira. Ayer solo se añadió un nuevo infectado en la comarca. Los datos oficiales que ofrece la Conselleria de Sanitat no registran variación alguna en el número de víctimas, que se mantiene inalterable desde el pasado jueves: treinta y dos personas han perdido hasta ahora la vida en la comarca a consecuencia de la pandemia. La cantidad de positivos ha aumentado en los últimos días al incrementarse el número de pruebas diagnósticas.

La tasa de mortalidad de la Ribera se sitúa en 12,3 mientras que la tasa de ciudadanos que han dado positivo alcanza los 214,8 por cada 100.000 habitantes. El departamento de salud de la Ribera se coloca en la zona media de afectación de los hospitales valencianos. En concreto, aparece en decimosegundo lugar. La Ribera se sitúa lejos de los 1.165 positivos y 126 muertos que ofrece el Hospital General de Valencia, pero también a mucha distancia de las mejores cifras que presenta el Hospital de Orihuela: solo 195 afectados y 18 muertos.

Responsables y trabajadores del Hospital de la Ribera se han esforzado en combatir bulos e interpretaciones aventuradas que infunden temor entre la ciudadanía. Fuentes oficiales han asegurado en los últimos días que el centro asistencial enclavado en Alzira trabaja con normalidad desde hace tiempo y destacan que hay espacio disponible para atender sin apreturas a los pacientes. Es más, concretan que el viernes solo había 11 ingresados por coronavirus y dos pacientes, más graves, que permanecían en la UCI. La situación, por tanto, está controlada.