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Paralizan la reforma de una casa del siglo XVII de Alzira por ignorar su protección

La intervención ha acabado con los elementos pictóricos originales que se encontraban debajo de un balcón de un inmueble del casco histórico

Paralizan la reforma de una casa del siglo XVII de Alzira por ignorar su protección

El Ayuntamiento de Alzira ha paralizado una obra de restauración en la fachada de una casa del casco histórico por no ser la adecuada para un inmueble inventariado y protegido del patrimonio local. La Associació Gaspar Dies alertó al consistorio de que la intervención era «incorrecta» al tratarse de un edificio que conserva valiosos vestigios del siglo XVII, algunos de los cuales se han perdido.

El colectivo, dedicado a velar por el patrimonio de la Ribera, detectó una máquina elevadora frente a un inmueble de la Plaça de la Constitució, protegida por el Pla de la Vila y epicentro de buena parte del patrimonio histórico de la ciudad. Sobre ella se encontraba un pintor dispuesto a reparar unos desconchados que habían aparecido en la fachada. No obstante, tal y como apunta la asociación, este no es el proceso que se debe seguir.

La peculiaridad del edifico se debe a que conserva elementos originales que están fechados, aproximadamente, en el siglo XVII. El conjunto de inmuebles de la plaza ha pasado por diversos procesos de compra-venta y alguna que otra intervención, unas más acertadas que otras. De hecho, en este caso la vivenda se dividió en dos y se cambió la decoración de los balcones. Mientras una mitad preservó su estética primigenia, la otra se modificó irremediablemente.

«La parte en la que se estaba interviniendo ha permanecido intacta desde hace siglos. Por ejemplo, los balcones mantienen la cerámica original. Lo mismo ocurre con la pintura de debajo de los balcones, que al permanecer resguardada de las inclemencias meteorológicas conservaba los motivos intactos», ha lamentado la asociación proteccionista.

Revalorización

Pese a paralizar la obra el ayuntamiento, hay una zona de la fachada en la que la trama original, que guardaba relación con el resto de la vivienda, ha desaparecido. «El discurso iconográfico que se complementaba con la fachada gemela se ha perdido. Esa información histórica que se mantenía intacta ya no está. Tenemos un patrimonio bastante corto y el ayuntamiento debe velar por él», subraya la asociación.

La maquinaria que se iba a utilizar para repintar la fachada ha sido retirada y ahora se seguirá un proceso acorde a la situación del inmueble, ubicado en el casco histórico y junto a un Bien de Interés Cultural como es la parroquia de Santa Catalina. Será un técnico el que se encargue de realizar las catas correspondientes y la posterior restauración. «Cuando acabe, la vivienda se revalorizará y gozará de una fachada única», concluye el colectivo.

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