El aguacate se perfila como una opción satisfactoria para el agricultor que pueda permitirse la inversión correspondiente y que disponga de tierras aptas para su cultivo. No obstante, difícilmente llegará a ser una alternativa a los cultivos tradicionales. Podría ser, en todo caso, un complemento. «Ahora mismo es una moda que ni siquiera podemos saber si viene para quedarse o se irá. Es cierto que es una fruta que aguanta muy bien en cámara y tiene un gran recorrido comercial, pero sus requisitos son muy elevados así que, seguramente, no alcanzará el nivel de implantación que el caqui», señalan los expertos.
Grandes beneficios y dudas
Genera, por tanto, tantos beneficios económicos como dudas. En aquellos lugares donde sea posible su arraigo, posiblemente crecerán plantaciones durante los próximos años. Aunque pueda verse como un clavo ardiendo al que agarrarse para superar las malas campañas de las frutas tradicionales de la Ribera, no es una garantía de éxito. Mucha gente que ha intentado realizar la reconversión ha fracasado. El agricultor, ya en una situación muy frágil, no puede permitirse más tropezones y, si quiere dar el paso, debe hacerlo desde el minucioso estudio del producto y de las características de cada parcela.
