El gobierno de Corbera, en manos de Compromís, se vio forzado el miércoles a suspender la sesión plenaria que había convocado y que se resistía a anular. La ausencia de los representantes del Partido Popular y del PSPV hacía inviable la apertura del hemiciclo municipal pese a que está dotado de mamparas de separación entre los escaños. No había quorum suficiente y finalmente el alcalde decretó el aplazamiento.

El PP había solicitado que la reunión se celebraba de manera telemática ante los recelos que despertaba el contagio por coronavirus de uno de los concejales del grupo nacionalista, pero el equipo de gobierno no estaba inicialmente dispuesto a aplazarlo al considerar que las medidas de desinfección y prevención desplegadas en el ayuntamiento eran suficientes para garantizar la seguridad de los representantes municipales.

La alarma saltó al conocerse que uno de los integrantes del equipo de gobierno se había contagiado. El portavoz municipal del PP, Vicente Pastor, elevó la petición de usar la tecnología para evitar un pleno presencial. «A última hora de la tarde del martes, la portavoz del gobierno municipal, Mentxu Balaguer, se puso en contacto con los regidores populares para transmitirles que se mantenía la convocatoria del pleno tal y como se había convocado y, por tanto, sería presencial»,

Ante esta respuesta, el líder local del PP solicitó tanto a la regidora como través del registro de entrada de la corporación que el informe de Secretaría que justificaba la convocatoria se hiciera por escrito y que si todos estaban de acuerdo, se podría notificar a los regidores la posibilidad de participar de forma telemática.

Pastor considera que la situación resulta surrealista e incompensible. «Estamos pidiendo responsabilidad a la población y resulta que la casa consistorial estaba abierta y que los funcionarios no habían sido avisados del positivo de un concejal que siempre suele estar por ahí. De verdad, no lo entendemos», lamenta el portavoz del PP, enpeñado «por responsabilidad y respecto a las familias», en que se habilite la participación telemática. «No tiene sentido reunir entre 12 y 15 personas en un espacio tan pequeño como el salón de plenos si podemos evitarlo», aduce.

Pastor recuerda que el gobierno de España cambió la ley para facilitar los plenos telemáticos en las Administraciones Públicas «pero parece que algunas personas no han querido adaptarse a esto. Es una lástima». Y añade: «Nos encontramos en una situación de incertidumbre por parte del gobierno municipal que no nos esperábamos». Los ediles del PP decidieron no asistir al pleno y estudian la posibilidad de recurrir al Síndic de Greuges para denunciar el caso.

A la ausencia de los cuatro ediles del PP se unió la del regidor del PSPV que está de baja, la del edil contagiado de coronavirus y la de otro compañero de Compromís que se había autoexcluido para permanecer en cuarentena ya que era uno de los contactos laborales directos del infectado. Por tanto, solo asistieron dos de los once regidores y el alcalde, un hecho insólito en Corbera.

El pleno tuvo finalmente que aplazarse por falta de asistentes. Estaba previsto que se celebrara anoche. La portavoz de Compromís, Mentxu Balaguer, sin embargo, replica que «en todo momento se han seguido los protocolos marcados por las autoridades sanitarias, habiéndose desinfectado los espacios que solía frecuentar el edil afectado por parte de una empresa externa».

Balaguer también defiende que en el salón de plenos cumple todas las exigencias sanitarias, «entre ellas la separación entre los diferentes concejales con mamparas, con lo cual se cumplen los requisitos para realizar una sesión plenaria de manera presencial». La concejala y diputada provincial nacionalista subraya que en todo momento «se ha hecho prevalecer la seguridad ciudadana por encima de todo cumpliendo los protocolos marcados por las autoridades sanitarias».