El Ayuntamiento de Guadassuar dará el próximo lunes su conformidad a la instalación del vertedero comarcal en el sector Pla del Roser que el estudio realizado por el Instituto Geológico y Minero de España (IGME) señaló como potencialmente apto, a la espera de que las prospecciones que a partir de ahora deberá realizar el Consorcio de Residuos Ribera-Valldigna para completar el análisis confirmen la idoneidad del terreno.
El alcalde de Guadassuar, Voro Montañana, ha incluido en el pleno extraordinario que la corporación celebrará a mediodía una propuesta para ratificar la ubicación del vertedero en este emplazamiento que, salvo sorpresa, saldrá adelante, si bien ni Montañana (Compromís) ni sus socios de gobierno del PSPV quisieron ayer confirmar este extremo. El tercer grupo que forma parte de la corporación, el PP, que cuenta con los mismos cinco concejales que Compromís, no parece que vaya a poner obstáculos en este camino.
«Tenemos que ser consecuentes con lo que hemos hecho en los últimos ocho años y pensar en el futuro, somos responsables y sabemos que el vertedero tiene que ir en algún sitio, pero hay que ser estrictos en las normas de seguridad», comentó el portavoz popular, Vicent Estruch, si bien no quiso confirmar el sentido del voto. Estruch señaló que los que tendrían que hablar son aquellos que se manifestaron contra de la ubicación del vertedero que propuso el PP y que fue descartada. El emplazamiento elegido ahora por el IGME coincide en parte con aquella ubicación y ya provocó una airada reacción del alcalde de l’Alcúdia, que había forzado el cambio.
El Ayuntamiento de Guadassuar celebrará el pleno apenas unas horas antes de la reunión que mantendrá la junta del gobierno del consorcio, que preside el propio Montañana, quien pretende comunicar en persona el acuerdo adoptado. El consorcio tiene previsto aprobar el presupuesto del próximo año que, si finalmente Guadassuar acepta acoger el vertedero, deberá incorporar una partida para las prospecciones. Montañana había pedido al IGME una aclaración de por qué había elegido el sector Pla del Roser en lugar de la ubicación que ofreció el ayuntamiento tras una consulta popular y, según admitió ayer, en base a estas explicaciones eleva la propuesta al pleno para su aceptación.
Contrapartidas de carácter económico y ambiental
La aceptación del vertedero se condiciona, por un lado, a que los sondeos que debe realizar el Consorcio de Residuos confirmen la idoneidad del terreno y a la aceptación de las contrapartidas económicas y ambientales que reclamó el Ayuntamiento de Guadassuar en caso de albergar esta infraestructura, la tercera y última que precisa el consorcio para ser autónomo en la gestión de los residuos. Con todo, y dada que es la única opción que se contempla, no parece que éstas puedan representar un obstáculo.
