Todos los grupos políticos con representación municipal (Compromís, PP y PSOE) respaldaron ayer la propuesta del alcalde de Guadassuar, Salvador Montañana, para aceptar la ubicación del futuro vertedero del Consorcio de Residuos Ribera-Valldigna en el emplazamiento del sector Pla del Roser señalado por el Instituto Geológico y Minero de España (IGME) como potencialmente apto para albergar esta instalación. Montañana trasladó acto seguido esta conformidad a la junta de gobierno del consorcio, que él mismo preside, si bien la aceptación queda condicionada a que las prospecciones que ahora se deberán realizar confirmen la idoneidad del terreno.
La opción del Pla del Roser era la única que el consorcio tenía sobre la mesa después de que el estudio del IGME descartara la alternativa de Tous, el único municipio que, junto a Guadassuar, había manifestado su disposición a aceptar la construcción del futuro depósito de residuos en su término municipal. No obstante, el emplazamiento planteado por el IGME es diferente al que había propuesto el consistorio de Guadassuar tras una consulta popular y coincide parcialmente con el que se descartó en su día tras ganar el Ayuntamiento de l’Alcúdia un contencioso al consorcio.
El debate en el pleno de Guadassuar giró en torno a este precedente. El portavoz del PP, Vicent Estruch, lamentó que los actuales gestores hayan regresado al punto de partida que propuso el gobierno popular «diez años y treinta millones de euros después» -cantidad en la que estima el coste de traslado a vertedero del rechazo en este período- y expuso que Montañana estaba dando continuidad a la gestión del PP en este sentido. «Somos coherentes y responsables en nuestras decisiones», reiteró Estruch, que defendió la necesidad de dar solución a los residuos.
Joan Puchol, en representación de Compromís, defendió que el emplazamiento elegido por el IGME sólo coincide en un 25 o 30 % con el que propuso el PP, por lo que argumentó que no se trata de la misma propuesta. El edil alegó que la elección llega en este caso avalada por el IGME tras un proceso para elegir la ubicación del vertedero transparente y, por contra, señaló que la propuesta del PP no estaba suficientemente justificada.
Montañana terció señalando que, aunque pudieran parecer contradictorias, ambas reflexiones eran complementarias y agradeció la unanimidad, mientras recordaba que el Plan Integral de Residuos ha convertido en preceptivo el informe del IGME al proyectar cualquier vertedero, por lo que defendió que estos informes son un trabajo adelantado a la decisión final.
