Cuatro policías y un vecino heridos por inhalación de humo, 48 pisos y 70 ciudadanos desalojados y múltiples daños materiales es el balance que dejó el incendio originado durante la madrugada de ayer en una tienda de motos de Alzira, que ha quedado completamente abrasada. Las llamas afectaron a los bajos comerciales colindantes y al bloque de viviendas inmediatamente superior.

El origen del fuego es incierto y fuentes policiales confirmaron a Levante-EMV que «hasta que no se enfríe» no se iniciarán las labores de investigación, por lo que por el momento no aventuraban ninguna hipótesis. Si bien es cierto que a lo largo de la jornada los vecinos llegaron a barajar la posibilidad de un robo, esta idea surge del primer aviso al 112. El ciudadano alertó de la presencia de ladrones al oir la primera explosión y el ruido de cristales rotos. Lo cierto es que al llegar la Policía Local no había hurto alguno y sí un pavoroso incendio en un establecimiento de motocicletas, por lo que llamaron a los bomberos.

Cuatro horas de extinción

Los efectivos del parque de Alzira accedieron a la finca, situada a las afueras de la ciudad, junto a la CV-50, pasadas las 4,15 horas de la madrugada. Los agentes de policía (también se sumaron efectivos del cuerpo nacional) ya habían iniciado el desalojo de casi unas cincuenta viviendas y alrededor de 70 vecinos, que tuvieron que salir de sus hogares envueltos en la densa humareda procedente de la quema de neumáticos, gasolina, pinturas y todo tipo de productos químicos propios de concesionarios y talleres mecánicos. Tras la intervención, cuatro guardias, dos municipales y otros tantos policías nacionales, tuvieron que ser trasladados al hospital afectados por el humo inhalado. Un equipo médico tuvo que atender también a un vecino.

En la extinción del incendio trabajaron cuatro dotaciones de bomberos de los parques de Alzira y Cullera, que dieron el fuego por controlado unos minutos antes de las cinco de la madrugada. No obstante, el servicio no se dio por concluido hasta las 8,30 horas, momento en el que finalizaron las labores de ventilación. Los bomberos también acompañaron a los vecinos a sus viviendas para comprobar los daños sufridos y poder recoger pertencias básicas. Muchas viviendas quedaron inhabitables debido al hollín y el persistente olor a humo. Los charcos fruto de las labores de extinción eran un factor añadido de suciedad.

Más tarde, el vecindario tuvo que sufrir otros problemas asociados al siniestro como el corte del suministro eléctrico y del agua. Con todo, una primera inspección por parte de un técnico municipal descartó daños estructurales graves. La fachada exterior, ventanas y sistemas de aire acondicionado también sufrieron desperfectos, de diversa magnitud.

Incendio de madrugada. El fuego se inició alrededor de las 4,00 horas de ayer. 1 El local calcinado llamó la atención de vecinos y curiosos. F

2 A la llegada de los bomberos, el negocio de motos estaba completamente envuelto en llamas. F

Los vecinos de la tienda quemada comentaban entre ellos «el desastre» durante la mañana ayer. Tuvieron que salir de sus casas en mitad de la noche, con lo puesto. Alguno, incluso, necesitó la ayuda de los bomberos. Es el caso de José: «Cuando intenté salir no pude, había mucho humo, por suerte alguien avisó a los bomberos de que todavía quedaba gente dentro y vinieron a por mí, tuve que salir con una toalla mojada».

Todos narraban ayer un relato muy similar en el que las explosiones, el ruido a cristales rotos, los gritos y los golpes en las puertas alertaron de lo que ocurría varios metros bajo sus pies. «Nos asustamos mucho, al principio pensamos que era una pelea. Un policía me cogió del brazo para que saliera corriendo, no pude ni ponerme zapatos, bajé en calcetines y pijama», recordaba David.

Aunque la afección es mayor en la primera planta, todos coincidían en que necestirán una gran limpieza antes de volver.

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Un incendio en un local de motos de Alzira deja cinco heridos

«Al despertarme ya no tenía nada»

El negocio en el que se inició el fuego abrió sus puertas en la calle Trinidad Redal hace ahora cinco años. Su propietaria desconoce la cantidad de motos que se calcinaron y no daba crédito a lo ocurrido: «Nunca te esperas que vaya a pasarte algo así. Cerramos a las ocho, como siempre, y al despertarme ya no tenía nada».

«Los bomberos me tuvieron que sacar de casa con una toalla mojada»

Los vecinos de la tienda quemada comentaban entre ellos «el desastre» durante la mañana ayer. Tuvieron que salir de sus casas en mitad de la noche, con lo puesto. Alguno, incluso, necesitó la ayuda de los bomberos. Es el caso de José: «Cuando intenté salir no pude, había mucho humo, por suerte alguien avisó a los bomberos de que todavía quedaba gente dentro y vinieron a por mí, tuve que salir con una toalla mojada».

Todos narraban ayer un relato muy similar en el que las explosiones, el ruido a cristales rotos, los gritos y los golpes en las puertas alertaron de lo que ocurría varios metros bajo sus pies. «Nos asustamos mucho, al principio pensamos que era una pelea. Un policía me cogió del brazo para que saliera corriendo, no pude ni ponerme zapatos, bajé en calcetines y pijama», recordaba David.

Aunque la afección es mayor en la primera planta, todos coincidían en que necestirán una gran limpieza antes de volver.