Las autoridades de Sueca, uno de los municipios más afectados por las restricciones impuestas para conservar el parque natural de la Albufera, se han rebelado contra la normativa que impide ordenar con libertad el territorio. La estricta reglamentación impuesta para preservar el humedal ata de pies y manos a los alcaldes a la hora de emprender cualquier intervención urbanística. El suelo está protegido y ni squiera se levanta la mano para acomodar un colegio o ensanchar el casco urbano. Las quejas, siempre ignoradas por la Administración autonómica, no han conseguido alimentar la resignación de los afectados. Muy al contrario, acentúan su indignación y avivan la tensión entre instituciones.

Desde la Ribera Baixa, los alcaldes de Sueca, Dimas Vázquez; El Perelló, Juan Botella; y Mareny de Barraquetes, Jordi Sanjaime vuelven a la carga. Han forzado una reunión con el director general del Medio Natural y Evaluación Ambiental, Benjamín Pérez, para trasladarle su preocupación respecto al Plan Rector de Usos y Gestión del Parque Natural de La Albufera (PRUG) y el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN), cuyas restricciones, según los tres ayuntamientos «encorsetan de una manera asfixiante su desarrollo».

El Mareny de Barraquetes sufre ahora uno de los ejemplos de la «rigidez», según protestan los alcaldes, con la que se aplica la ley. «A día de hoy, no se pueden construir unas nuevas escuelas en el Mareny, muy necesitadas, porque la estricta normativa referente al parque natural lo prohíbe, debido a que son terrenos considerados de especial protección», lamentan los munícipes.

El Perelló ha experimentado un proceso similar. «En su día se tuvo que derruir un recinto polideportivo para poder construir las actuales escuelas, al no permitir el Parque Natural la construcción del colegio en otros terrenos disponibles; restando, de esa manera, un espacio deportivo a los vecinos de la entidad local menor».

La capital de la comarca, Sueca, tiene más de un 70% de su territorio incluido en la zona de afección del parque natural. «Es imposible progresar de manera sostenida». «Y todo ello, en su conjunto, impide también poder tener un crecimiento vegetativo», deplora el alcalde.

«Hemos trasladado al director general la necesidad de imprimir agilidad y premura a la gestión de la conselleria para desbloquear un problema que tenemos en nuestro territorio desde hace muchos años, a fin de que nuestras ciudades puedan prosperar y desarrollarse, y que la ciudadanía pueda verse beneficiada con ello», ha precisado Vázquez.

Valorar las peticiones

Tras la conversación mantenida entre los alcaldes y el director general de Medio Natural se convino poner en marcha un proceso de conversión que permita a los ayuntamientos «trasladar sus peticiones y, una vez estudiadas, poderlas incluir en el documento que ponga fin a la asfixia territorial que padece Sueca y sus entidades locales menores», aseguraron los tres ediles.

Tanto Dimas Vázquez como Juan Botella y Jordi Sanjaime anunciaron que trabajarán de manera coordinada y consensuada con todos los sectores afectados para plantear una serie de peticiones a la Generalitat que los tres ayuntamientos consideran «necesarias para un correcto desarrollo del término municipal y, con todo ello, mejorar las condiciones de vida de nuestras poblaciones», defiende Vázquez.