Los vecinos de la Ribera han perdido la cuenta de las veces que han tenido que retirar barro de calles, viviendas o negocios. La historia se repite una y otra vez. Ya sea por culpa de los ríos o de los barrancos, cada episodio de fuertes lluvias hay daños que lamentar. Y éstos son cada vez de una virulencia mayor y más frecuente. Las brigadas de limpieza fueron ayer, una vez más, las protagonistas.
Cullera, Sueca, Benifaió, Alginet, Algemesí, Carcaixent, Alberic, Alzira... La lista de municipios que sufrieron desperfectos por el histórico episodio de lluvias es casi tan larga como lo es la Ribera, la comarca que se llevó la peor parte de la borrasca.
El ayuntamiento de la capital de la Ribera Alta sacó a la calle todos los refuerzos que pudo. La brigada de Fovasa, concesionaria de la limpieza viaria de la ciudad, la brigada de obras y cinco equpios de limpieza adicionales cogieron palas y escobas para acometer la más ingrata de las tareas: retirar el barro y la suciedad que dejó el temporal. Entre ellos mismos bromeaban: «Calculamos que de aquí a que acabe el verano habremos acabado». Su labor parecía inacabable por momentos, aunque la presencia de una unidad de bomberos fue de gran ayuda.
Según explicó el consistorio, las brigadas iniciaron ya parte del trabajo de madrugada y continuaron durante el resto de la jornada. El primero de los puntos del casco urbano en el que se actuó fe en la zona de la calle Maestra Josefina Fernández, para acercarse progresivamente al parque de l’Alquenència y la zona de Venècia. Estos barrios de la ciudad se llevaron la peor parte del temporal debido al arrastre de los barrancos. Posteriormente, la actuación se centraría en Les Basses, cuya afección fue menor que en otras ocasiones.
