Un grupo de veinte vecinos de Alzira participa desde septiembre en una nueva edición del proyecto Orígens, que además de formar en agricultura ecológica se ha convertido en una útil herramienta de integración social. Éste se desarrolla mediante la colaboración del ayuntamiento, la Fundación Cepaim y la ONG El Norte Perdido.

Según explicó ayer el consistorio, el proyecto actúa como «un recurso comunitario, no meramente formativo, que fomenta valores y principios vinculados a la agroecología». Se tratan temas como la interculturalidad, la cohesión social, el encuentro intergeneracional, el empoderamiento y la autosuficiencia. «Con este planteamiento se quiere acercar las persones participantes a la actualidad del medio rural valenciano, puesto que una de las metas es el acompañamiento en el emprendimiento agrario», detalló el ayuntamiento.

La concejala de Servicios Sociales, Marina Mir, destacó «el buen funcionamiento» del proyecto, que, además, promueve la producción agrícola de calidad y próxima.