Puede que sea la calma antes de la tormenta o la confirmación de que las restricciones surten efecto, pero el ritmo de contagios de Covid-19 en la comarca se mantiene a la baja, según confirmaron ayer las autoridades sanitarias a los ayuntamientos de la comarca. No obstante, donde todavía no se aprecia esta tendencia es en la UCI del Hospital de la Ribera, que todavía sufre la presión generada por la embestida de la segunda oleada.

Alzira es un ejemplo de localidad en la que la incidencia acumulada del coronavirus se ha reducido notablemente. Sin ir más lejos, hace tan solo dos semanas alcazó un pico de 470 casos por cada 100.000 habitantes. El alcalde de la ciudad, Diego Gómez, llegó a reclamar un endurecimiento de las medidas restrictivas con un cierre perimetral de la comarca y una ampliación del toque de queda. A fecha de ayer, la incidencia había caído hasta los 254 casos por cada 100.000 habitantes, con 116 contagios en dos semanas y tan solo 28 en tres días.

«Ahora mismo se observa la reducción de los contagios, de hecho estamos en datos similares a principio de octubre, lo que es señal del buen funcionamiento de las medidas. Apostamos por mantener las medidas de prevención hasta el próximo día 9 de diciembre, momento en el que la Generalitat informará sobre las la continuidad o cambio a nivel autonómica», destacó Gómez.

Jóvenes ingresados

Por su parte, la concejala de Sanitat, Gemma Alós, reclamó prudencia a la población: «Aunque los datos son positivos, no debemos bajar la guardia». Se trata de un mensaje muy repetido estos días por distintos ayuntamientos. El de Fortaleny, por ejemplo, pese a trasladar a sus vecinos que no existía ningún positivo activo en la localidad, pidió la máxima prudencia. Alós, además, incidió en la cercanía de días señalados en calendario y propicios para que se produzcan reuniones de familias o amigos que dejen de lado cualquier norma sanitaria, lo que se traduciría, nuevamente, en un recrudecimiento de la pandemia: «Vienen días festivos, con el puente de la constitución, que pueden dar lugar a contactos sociales y debemos olvidar que lo que hagamos estos días tendrá sus consecuencias directas sobre lo que podremos hacer en Navidad».

Mientras la mejoría de la situación sanitaria se nota en las estadísticas, los prefesionales de este sector todavía sufren la presión de la escalada de contagios de las últimas semanas. Aunque la UCI del hospital está aún lejos de la completa saturación, en estos momentos todavía hay un número considerable de pacientes, algunos, incluso, jóvenes.

L’Alcúdia reclama prudencia ante la próxima festividad local

El próximo lunes 30 de noviembre será jornada festiva en L’Alcúdia en honor a su patrón, Sant Andreu, una circunstancia que enciende las alarmas ante la posibilidad de que el puente se traduzca en nuevos brotes de Covid. Por ello, el consistorio ha reclamado prudencia a la ciudadanía. Especialmente tras detectarse una caída del número de contagios activos. La localidad rozaba no hace mucho el centenar de casos, mientras que a fecha de ayer eran 58 los positivos acumulados en catorce días. El virus afecta en mayor medida a personas de entre treinta y sesenta años, franja en la que se han detectado la mitad de los últimos casos.