Las pérdidas económicas provocadas por las lluvias torrenciales registradas el pasado 5 de noviembre en los cultivos de Carlet se elevan a 2 millones de euros por los 6 millones de kilos de fruta afectada, según las primeras valoraciones oficiales. El ayuntamiento aprobó el jueves solicitar la declaración de zona catastrófica, que permitiría solicitar ayudas a los particulares o bonificaciones por daños en las viviendas así como una compensación a los ayuntamientos

Los técnicos municipales aún están inmersos en la estimación de los daños causados en el término rural a raíz de la lluvia, una valoración a la que se sumarán también las comunidades de regantes para pedir ayudas bonificadas tanto a la Confederación Hidrográfica como a la Conselleria d’Agricultura Estas valoraciones serán remitidas conjuntamente antes de que se acabe el año. La alcaldesa, Maria Josep Ortega, se ha reunido con el Consell Agrari de Carlet para evaluar esos daños producidos por las lluvias y para valorar de qué manera está incidiendo la pandemia en el desarrollo de la campaña del caqui.

Protección ante la pandemia

Ortega explicó la tarea realizada por los servicios municipales tras las lluvias para limpiar los caminos afectados y hacerlos transitables con el objetivo de que no interrumpieran la campaña del caqui. También trasladó a la comunidad agraria la preocupación por los índices de COVID-19 en la población. Ortega pidió su colaboración para frenar el contagio con la concienciación de los trabajadores agrícolas, para que si están contagiados respetan el aislamiento y sobretodo que se lleven a cabo las medidas sanitarias como llevar la mascarilla en el transporte en los campos, respetar distancia y normas en las pausas para almuerzo y comida.

En el caso de Carlet, que continúa con una tasa de incidencia superior al 500 por 100.000 habitantes, se han detectado brotes familiares y laborales y por eso «hay que extremar las precauciones».