La superficie de cultivo ecológico ha crecido casi un 11 % en la Ribera en el último año y se aproxima ya a las 1.100 hectáreas certificadas por el Comité de Agricultura Ecológica de la Comunitat Valenciana (CAECV), de las que un 37 % corresponden a críticos, el cultivo con mayor extensión y, además, el que más crece, según datos del ente certificador, que tiene su sede en Carlet.
El año del coronavirus, que especialmente en los meses del confinamiento registró un aumento de la demanda de productos ecológicos en los hogares, ha mantenido la tendencia creciente de los últimos ejercicios por lo que respecta a la conversión de campos que se trabajaban con técnicas tradicionales en ecológicos, aunque se ha reducido de forma sustancial el repunte del año anterior, que resultó histórico al contabilizar un aumento del 73 % con la certificación de 420 hectáreas. Se trata del incremento más alto registrado en la comarca desde que opera el el CAECV.
Con todo, una mirada retrospectiva más amplia permite constatar esta tendencia constante al alza ya que la superficie de cultivos ecológicos prácticamente se ha triplicado en un plazo de seis años al pasar de las 385 hectáreas certificadas en 2015 a las 1.098 que el comité computa al cierre del ejercicio 2020.
Crecimiento escalonado
En los últimos doce meses se han certificado 108 nuevas hectáreas, mientras que el número de operadores —agricultores, importadores, empresas y ganaderos- crecía un 34,5 %, al pasar de los 214 censados por el CAECV a finales de 2019 a los 288 que contabiliza al cierre del nuevo ejercicio. A diferencia de otros años en el que el mayor volumen de certificaciones se concentraba en la primera mitad del año, en esta ocasión, las altas se reparten a partes iguales entre el primero y segundo semestre. Por contra, el repunte de operadores en mucho más acusado de enero a junio con setenta nuevas inscripciones, mientras que se ha ralentizado de forma significativa en la segunda mitad del año con sólo cuatro nuevas altas, en base a los datos estadísticos facilitados por el comité cerficador.
Los cítricos representan con 407 hectáreas el cultivo mayoritario tras una aumento de más del 15 % en el último año por delante de los frutales, cuya superficie ha crecido a lo largo de 2020 casi un 8 % y cuenta ya con 204 hectáreas cultivadas en ecológico. Las hortalizas cultivadas con prácticas sostenibles ha aumentado un 9,5 % y se eleva ya a 23 hectáreas, mientras el olivar mantiene las 11 ha. de los últimos años. El comité certificador también computa 10,7 hectáreas de frutos secos y otras tres de uva para vino.
Concienciación creciente
Una creciente concienciación ciudadana con una doble vertiente, por un lado, la apuesta por métodos de cultivo respetuosos con el medio ambiente y, por otro, la búsqueda de una alimentación más saludable; la mayor rentabilidad que ofrece la producción ecológica y la incorporación de gente joven que se ha hecho cargo de trabajar parcelas de familiares que se habían abandonado y que, por tanto, no tienen que pasar el perído de conversión necesario hasta obtener la certificación ecológica son algunos de los factores que justifican esta tendencia al alza del serctor.
En base a los datos del CAECV, esta progresión ha convertido a la Comunitat Valenciana en la cuarta más importante de España en cuanto a producción ecológica, por detrás de Andalucía, Castilla-La Mancha y Cataluña, pero la que más crece de todas en datos interanuales. Desde el comité destacan que esta dinámica de crecimiento ha coincidido con la puesta en marcha del I Plan de Producción Ecológica, que abarcaba el período 2016-2020. La conselleria ya trabaja en un segundo plan para el período 2021-2025.
