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Alginet y Guadassuar pagan la luz un 20 % más barata pese a la subida

Las cooperativas eléctricas que comercializan la energía a los residentes evitan repercutir el repunte por la ola de frío y aplican descuentos que se han ampliado con la eclosión de la pandemia

Una de las características de la cooperativa de Alginet es que tiene una subestación propia. | ABEL RIBES

La ola de frío ha disparado el precio de la electricidad a máximos históricos en el mercado mayorista pero, en un sector dominado por grandes compañías, la mayoría de familias de Alginet y Guadassuar no sólo no verán aumentar la factura de la luz en enero sino que seguirán pagando una tarifa al menos un 20 % inferior a la de otros usuarios. Es la ventaja de contar en sus municipios con dos de las 16 cooperativas eléctricas que quedan en España con la doble vertiente de comercializadoras y distribuidoras de energía, que agrupan a la gran mayoría de residentes. Si bien éstas acuden al mercado a comprar electricidad, tienen como objetivo prioritario ofrecer a los socios las tarifas más competitivas posibles.

«No tenemos que repartir dividendos y esa es la razón fundamental de poder ofrecer mejores precios», señala el presidente de la Cooperativa Eléctrica de Guadassuar (Coopelec), José Vicente Sais, que no duda en señalar que el precio que abonan sus socios por la luz «perfectamente puede estar un 20 % por debajo del precio de mercado que están ofreciendo otras comercializadoras que serían de referencia». Esa estimación incluye el 10 % de descuento adicional que la cooperativa aplica a los socios desde la declaración del estado de alarma. Coopelec cuenta con cerca de 3.500 abonados, de los que alrededor de 3.000 corresponden a inmuebles ubicados en la localidad mientras que entre 500 y 600 son viviendas o establecimientos que algunos socios tienen en otras poblaciones.

La presidenta de la Cooperativa Eléctrica de Alginet (CEA), Elena Roig, también se muestra contudente al señalar que con toda seguridad las tarifas que abonan sus socios son al menos un 20 % inferiores a la que pagan los clientes de otras comercializadoras ya que, en su caso, aplica un descuento del 15 % desde el inicio de la pandemia en un intento de paliar las consecuencias económicas que esta coyuntura adversa pueda tener. El consejo rector de CEA ha recurrido esta semana a las redes sociales para aclarar que, frente al repunte histórico del precio de la luz en el mercado mayorista por la ola de frío, no aplicará ningún aumento en las facturas del mes enero y mantendrá el 15 % de descuento directo en la electricidad. «El consejo rector ha considerado no repercutir la subida que se ha producido en el ‘pool’ eléctrico al poderla asumir la cooperativa, al menos, este mes», indicaron fuentes de la entidad, que explicaron que se ha valorado que se trata de una situación «transitoria».

«Todos los días nos preguntan si vamos a subir la luz o si tienen que cambiar los hábitos de consumo y contestamos que no porque, en esencia, estas subidas no van a repercutir a los socios», confirma el presidente de la Cooperativa Eléctrica de Guadassuar, mientras explica que, en todo caso, podría repercutirse a medio plazo si este aumento se mantuviera en el tiempo, «aunque no suele ser el caso», aclara.

«Política de ponderación»

José Vicente Sais indica que los precios históricos que ha alcanzado la luz se corresponden a horas punta en las que había una gran demanda. «Compras en el cuarto horario y eso determina un precio medio al final de mes que es el que aplicas, el hecho de que en una hora determina el precio esté disparado no quiere decir que nosotros tengamos que repercutirlo a los clientes. Normalmente ninguna comercializadora modifica todos los meses del precio de la la luz», expone Sais, al tiempo que señala que «desde hace año y medio Coopelec no ha variado los precios». «Aplicamos una política de ponderación, hay meses caros y baratos, pero no optamos por subir y bajar cada mes, sino que aplicamos un precio medio y no castigamos al socio ni al cliente», apostilla.

Se trata en ambos casos de dos cooperativas muy arraigadas y con una larga historia. En el caso de CEA, que abastece a un 95 % de la población, acaba de cumplir 90 años ya que se fue creada en 1930 por un grupo de diez vecinos que consiguieron reunir 150.000 pesetas para llevar la luz al pueblo y, en particular, a sus empresas. El origen de Coopelec también se remonta a esa misma década. Ambas forman parte de la Federación de Cooperativas Eléctricas de la C. Valenciana y toda la energía que las dos suministran a los socios es 100 % verde y está certificada por la CNMC.

La obra social de la cooperativa construye hasta un tanatorio

Las cooperativas eléctricas abastecen de energía a sus socios al mejor precio posible pero también destacan por su obra social que tiene como objetivo mejorar las condiciones de vida en sus respectivos municipios. Coopelec acaba de realizar una inversión de 300.000 euros en la construcción de un tanatorio para que los vecinos de Guadassuar puedan disponer de un servicio del que carecía el pueblo y que abrirá sus puertas en breve. «Hemos propiciado que exista en un lugar en el que la empresa privada no lo hubiera construido por la escasa rentabilidad», comenta José Vicente Sais.

Es solo un ejemplo. «La cooperativa está para ayudar al pueblo», señala la presidenta de CEA, Elena Roig, que no duda en subrayar que, por otra parte, «la cercanía es un valor». A las ayudas que anualmente destina a entidades deportivas y culturales de Alginet se unen las de carácter social como vales de comida a través de ONG como Cáritas para familias necesitadas o ayudas para combatir la pobreza energética, entre otras. «Si la cooperativa no tira una mano en estos momentos..,», inciden desde el consejo rector.

El presidente de Coopelec, por su parte, destaca entre las mayores inversiones de la obra social la construcción de las dos estaciones de servicio.

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