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Talleres falleros de supervivencia

Los artistas amplían su oferta de servicios para seguir abiertos ante el parón y la incertidumbre sobre las fiestas

El artista alcireño Iván Parra. levante-emv

«Reinventarse o morir». El muro del artista fallero alcireño Fernando Llopis «Ferni» en Facebook anuncia desde principios de enero un nuevo servicio que ofrece el taller: pintura mural, interior o exterior, decoración en general. Se trata de abrir una nueva vía de negocio ante la incertidumbre que rodea su actividad principal: la construcción de monumentos falleros. Bernat Estela promociona una colección de pequeños «ninots» con su sello de calidad para regalar como elementos de decoración y los hermanos Parra también reciben encargos de figuras como presentes de cumpleaños o de restauración de imágenes religiosas que aceptan sin ningún reparo cuando en un año normal sólo asumen estos extras en momentos de poca actividad en las fallas. Todos llevan entre manos las esculturas que les ha encargado el Ayuntamiento de Alzira para la colección «Per amor a l’art», una iniciativa municipal de apoyo al sector.

Con los monumentos de 2020 todavía guardados después de que la pandemia del coronavirus obligara a suspender las fiestas y sin una fecha concreta para la celebración de las Fallas de 2021 -las autoridades sanitarias han emplazado a pensar en el segundo semestre del año si la evolución de la pandemia lo permite y el consistorio y la JLF barajan julio o septiembre-, los artistas temen que el parón habitual de la primavera se acentúe este año ante la incertidumbre que viven las comisiones que, en algunos casos, han estado realizando aportaciones a cuenta de los monumentos de 2022 con la expectativa de que, llegado el mes de marzo, la situación se habría normalizado. Esos pagos han garantizado un mínimo de ingresos a muchos talleres que no se podían permitir un año en blanco aunque, en la mayoría de casos, han tenido que aplicar ajustes.

Fernando Llopis ha tenido que reducir la plantilla de su taller a la mitad y únicamente cuenta ahora con un operario. Tenía seis monumentos contratados para 2020 y, según señala, «continúo teniendo seis y todas las comisiones han colaborado en la medida de sus posibilidades, por eso hemos subsistido hasta ahora, pero el problema vendrá a partir de mayo, porque las fallas que se tenían que quemar no se habrán quemado», comenta. Llopis señala que el objetivo de activar el servicio «Pintuferni» no es otro que «mantener la actividad con la actual incertidumbre y dar trabajo al poco equipo que me queda». Hace algunos años ya decoró una discoteca y ahora contempla pintar o tematizar cualquier vivienda o inmueble. «Está pensado para que en mayo, cuando nos vendrá el bajón de trabajo y no haya ingresos, me ayude a intentar salvar el año», comenta.

En muchos casos, los artistas mantienen la confianza de las comsiones y han trabajado en adelantar monumentos pero sin cerrar todavía el presupuesto, a la espera de que cada falla pueda valorar hasta donde llega una vez reanude la actividad.

Los hermanos Parra habían firmado dos monumentos grandes para 2020 y uno infantil y, según explica Iván Parra, mantienen los dos proyectos de fallas grandes para 2022, aunque admite la preocupación que genera la actual coyuntura. Cuando a las puertas de las fiestas se suspendieron las Fallas de 2020 prescindieron de los dos trabajadores que había en el taller y han continuado solos los dos hermanos.

«En estos momentos estamos maquetando supuestamente para el 2022 en que esperamos que la situación sea más normal, pero no se sabe. De momento está claro que en marzo no serás las Fallas y que, como mínimo, nos iremos a julio. Teníamos acuerdos hasta marzo para después abrir un nuevo ejercicio pero como no se puede hacer nada habrá que reestructurarlo», augura Iván Parra.

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