El proyecto de modernización de regadíos del término de Alzira para reducir la factura eléctrica con la instalación de plantas fotovoltaicas arrancará finalmente en la Comunidad de Regantes Aguas Vivas del Portitxol, que abarca alrededor de 1.300 hanegadas de cultivos en la Barraca. Las restricciones impuestas por el repunte de contagios de Covid-19 impidieron celebrar el jueves la asamblea que debía acordar la solicitud de ayudas a la Conselleria de Agricultura y Desarrollo Rural, pero la comunidad que preside Enrique Machí tiene claro que se trata de una de las pocas alternativas que existen para reducir los costes de producción «y conseguir que la agricultura sea rentable».
Machí detalló que más del 90 % de los gastos que soporta la comunidad corresponden a la energía que se utiliza para extraer el agua del pozo y elevarla a una balsa desde la que se distribuye a las parcelas y que, según el estudio de viabilidad realizado, el ahorro una vez amortizada la inversión inicial será «de más del 50 %».
Este colectivo de regantes ya tiene instalado el goteo y dispone de una balsa de acumulación en altura que, en principio, se prevé aprovechar, lo que reducirá la inversión necesaria para desarrollar el proyecto. «La instalación fotovoltaica producirá energía para extraer el agua subterránea y elevarla a la balsa durante la noche para regar por inercia durante el día», señaló Machí, que incide en que «el ahorro será muy importante».
El Ayuntamiento de Alzira y la cooperativa Alzicoop, que impulsan el proyecto de modernización para reducir costes en partidas rurales que riegan de motor, esperan que esta experiencia piloto pueda ser trasladada en el futuro a otras zonas del término municipal que ahora no han querido participar en una propuesta inicialmente mucho más amplia.
Un ambicioso proyecto con escasa respuesta de los agricultores
El proyecto presentado en mayo de 2018 por el ayuntamiento y Alzicoop a los pozos y motores planteaba una actuación diseñada para los valles de la Murta, la Casella y Aguas Vivas que contemplaba sustituir la energía eléctrica que se utiliza para la extracción de agua por energía solar y la construcción de grandes balsas de acumulación para regar por gravedad que también servirían para proteger las montañas en caso de incendio. La propuesta se ha encontrado con la resistencia del propio sector y sólo dos motores de la Barraca manifestaron la voluntad de participar. El estudio de viabilidad adaptado confirmó el ahorro de al menos el 50 %. Finalmente, problemas administrativos dejarán fuera a uno de los pozos que prevé incorporarse al proyecto a posteriori.
