Ahora o nunca. El sector agrícola tradicional necesita una transformación urgente, que debe llevarse a cabo con la mayor prontitud posible. Así lo ve el presidente de Alzicoop, Francisco Clari, que abogó por la fusión de tierras y cooperativas para ganar en competitividad.

Clari analizó la situación que vive el campo para Levante-EMV tras la asamblea general de la cooperativa. Y la conclusión es clara: «Estamos obligados a realizar acuerdos, crear cooperativas de segundo grado, concentrar tierras. Es algo que estamos cansados de decir pero que no termina por materializarse. O nos hacemos más grandes o es imposible competir con empresas que son cada vez más competitivas y que, además, reciben una fuerte inyección económica a través de fondos de inversión».

El presidente Alzicoop, además, incidió en la necesidad de emprender este tipo de movimientos más pronto que tarde. «El problema del campo, desgraciadamente, no es a largo plazo. Si no lo hacemos ya, nos vamos quedar muy rezagados. El futuro cercano pasa por estas estrategias de alianzas y debe ser cercano porque la situación del relevo generacional va cada vez a peor y el número de parcelas que se abandonan no para de crecer», señaló.

Asimismo, reconoció que supone una gran dificultad. El agricultor medio tiene ya una cierta edad, pero se encuentra descapitalizado y desilusionado. Esta circunstancia provoca que la gente joven no quiera continuar. Además, el coste de mantener un cultivo parece ahora más elevado que nunca ante la mayor dificultad de sacar rendimiento a la producción, de ahí que se abogue por la unidad. «Si nosotros no concentramos las tierras, creamos alianzas y unimos fuerzas, lo más probable es que venga una empresa de fuera y lo haga. Los grandes almacenes se gestionan ellos su producción propia, tienen fincas enormes con las variedades que demanda el mercado, así que no necesitan buscar nada más. Pero las cooperativas están para servir al pequeño agricultor, que debe trabajar unido para intentar sacar rentabilidad a su producto», argumentó Clari.

Balance negativo tras invertir

«Por supuesto que dar el primer paso va a ser siempre lo más complicado. Las variedades de club son las más rentables y un agricultor mayor y cansado no se va a plantear arrancar todos los árboles y plantar nuevos. El tema de unir terrenos tampoco cala, siempre existen argumentos personales y familiares. Pero hay que entender que o pillamos ahora el toro por los cuernos o cuando queramos hacerlo ya nos habrá corneado, concluyó el presidente de la cooperativa de Alzira.

Clari y su consejo rector presentaron la pasada semana el balance de las cuentas anuales 2019-20 de Alzicoop, que arrojaron un resultado negativo de algo más de 250.000 euros. Con todo, según explicó, esta circunstancia no se ha traducido en una merma de las liquidaciones de los socios ya que deriva de una serie de gastos extraordinarios que se han realizado a cuenta de las reservas de la cooperativa.

El punto clave del ejercicio para Alzicoop fue la finalización del acuerdo con la empresa Fruxeresa, que ha estrenado nuevas instalaciones en el polígono El Pla y ya no necesitaba alquilar las de la cooperativa. Pese a la indemnización por la cancelación del contrato y el nuevo acuerdo alcanzado con la empresa Juan Motilla, esta circunstancia ha tenido consecuencias en el balance económico. Asimismo, se ha alcanzado una alianza con la cooperativa de l’Alcúdia. Para afrontar estos nuevos retos, Alzicoop ha realizado una potente inversión con la que modernizar y adaptar su infraestructura a esta nueva realidad.