Carcaixent consolida su nivel más elevado de rendimiento hidráulico. En estos momentos, la red de agua potable aprovecha el 74% del caudal que circula por las tuberías, un índice que se sitúa por encima de la mayoría de indicadores de eficiencia de la comarca. Los trabajos de optimización llevados a cabo en los últimos años han permitido pasar de un 55% en 2015 al 74% actual, lo que permite ahorrar casi 1,8 millones de metros cúbicos de agua, que sería el equivalente al consumo de dos años de toda la ciudad.

El rendimiento hidráulico es el cociente, expresado en porcentaje, entre el volumen de agua que consumen los vecinos y queda registrado a sus contadores, y el volumen de agua que sale de los depósitos municipales. Indica el porcentaje del agua que es realmente aprovechada y no se pierde a lo largo de las conducciones. El valor máximo de eficiencia que técnicamente se puede lograr en un abastecimiento con las características del de Carcaixent es una cifra próxima al 80%.

«Además del ahorro económico, el hecho de haber evitado perder hasta casi 2 millones de metros cúbicos de agua implica un mejor aprovechamiento de los recursos y un gran paso en la cura del Medio Ambiente», destaca el alcalde y regidor responsable del ciclo integral del agua, Paco Salom, que también subraya que «la ciudadanía dispone de una red de agua potable de más calidad, eficente y más respetuosa con el Medio Ambiente».

Inversiones de 259.109€

Unas inversiones de 259.109 € han permitido dividir los 89 kilómetros de conducciones existentes en Carcaixent en 25 sectores, mediante la instalación de válvulas, contadores y equipos electrónicos de control, para poder conocer diariamente los caudales de agua que circulan por la red y detectar rápidamente las fugas.

Esta importante inversión, que se financia con el recibo de agua potable y alcantarillado que pagan los vecinos, se ha visto recompensado con el ahorro obtenido al no tener que comprar el agua del Sistema en Alta de la Ribera, y que hubiera supuesto uno gasto de 326.868 €.

El ayuntamiento y la concesionaria, Aguas de Valencia, estudian ahora la nueva fase de sectorización de la red, la instalación de contadores para la gestión de consumos municipales y un exhaustivo estudio técnico de las cañerías que conviene renovar, que permitirá identificar aquellas que todavía existen construidas con materiales obsoletos, como el fibrocemento, que han presentado más problemas de averías en los últimos años y que en caso de ruptura afectan a más vecinos.