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Cien años en el corazón de la Vila

El ayuntamiento autorizó hace hoy un siglo la construcción de la emblemática Casa Cucó

Cien años en el corazón de la Vila

Un emblemático edificio llama poderosamente la atención del viandante en la plaza de la Constitución de Alzira. Una inscripción corona su remate: «Cucó y Gisbert de Alzamora». En el centro campea un escudo heráldico a cuyo pie figura la fecha de su construcción: 1921.

Andrónico Cucó Serena, nacido en La Pobla Llarga en el año 1878, encargó la construcción de este inmueble. Había llegado a Alzira, probablemente, en los inicios del siglo XX. Según transmisión oral, sabemos que Cucó fue empleado de una tienda de confección de ropa para jóvenes, ubicada en el edificio que popularmente se conocía en nuestra ciudad como el del «Cupón Regalo», en la calle Mayor Santa Catalina, donde hoy se ubica el salón de peluquería de Carlos Valiente.

No obstante, aunque ignoramos la fecha en que contrajo matrimonio con Rosa Gisbert Dolz, hija de Rafael Gisbert de Alzamora y Manso de Zúñiga, alcalde que fue de nuestra ciudad en 1913, es conocido que el cortejo de Andrónico Cucó con Rosa Gisbert tuvo mucha resonancia en Alzira, hasta el punto de que los vecinos de esta ciudad cantaban una popular cancioncilla cuya letra decía: «Rosita està en el balcó i Cucó en la placeta i en el mocador li diu vine cap ací Roseta». Posiblemente contraerían matrimonio en la primera década de 1900, puesto que cuando Cucó encarga la construcción del edificio de la plaza de Santa Catalina, entonces plaza de Alfonso XII, ya contaba con 43 años y su esposa con 36.

Durante treinta años -1935-1965- fui vecino del propietario de esta mansión de La Vila, por la parte que recae a la calle de la Enseñanza, donde mi padre, Ismael Rovira, maestro nacional, tenía la escuela. Conocí aunque ya mayor a Andrónico Cucó. De su matrimonio con Rosa Gisbert nacieron cuatro hijos; Rafael, Juan, Alfonso y José, cuyas fotografías estaban incrustadas en los cuatro ángulos en salón del primer piso del edificio.

Andrónico Cucó Serana fue concejal del Ayuntamiento de Alzira. Entre el 1 de abril y el 24 de octubre de 1920, fue alcalde -parece ser que por aquellos años ese cargo duraba menos que «una trencà de guitarra»-. El 3 de marzo de 1921, vuelve a ser alcalde por el partido Liberal y, unos días más tarde, el 28 del mismo mes, el ayuntamiento que él presidía, le autoriza a construir el edificio que podemos ver en la fotografía que acompañamos, empleando las casas números 1 y 2 de la plaza de Alfonso XII.

Como muchos alcireños, al dar comienzo la más incivil de las guerras, entre los años 1936 y 1939, se trasladó a la capital de provincia. A esta familia le fue incautado el edificio por los milicianos, que instalaron unas oficinas aunque no podemos precisar para qué servicio.

Entre 1939 y 1940, miembros del Estado Mayor de la 55 División que, finalizada la contienda, entraron en la ciudad, instalaron las cocinas para el ejército en la parte trasera de la casa, en la calle de la Enseñanza número 2, donde la familia Cucó tenía las cuadras de caballos y los carruajes. Un año más tarde, en 1940, Cucó cedió a la familia Camarena este mismo lugar de la casa para instalarse mientras realizaban obras de remodelación del horno de su propiedad en el número 6 de la misma calle de la Enseñanza.

En 1944, el médico valenciano José Llombart Albelda abrió un sanatorio que funcionó unos años en nuestra ciudad, con el nombre de «San Bernardo». Tomás Puerto fue su administrador, quien con su esposa Remedios Cámara, sus hijos Gualberta, Ovidia y Antonio, este último practicante del Valencia CF, llevaban el entretenimiento de las instalaciones.

Unos años más tarde, alrededor de 1950, se instaló en este edificio el notario Antonio Pérez Frías, quien en 1952, al celebrar el 8 de abril la bendición del Paso del Ecce-Homo en la parroquia de Santa Catalina por al arzobispo Marcelino Olaechea, lo recibió en su casa hasta que fue trasladado a casa del clavario Bernardo Andrés Bono, en la calle del Amparo, muy cerca.

Por otra parte, en la mitad de la centuria del siglo XX, en el primer piso del ala derecha, estuvo unos años las oficinas del Registro de la Propiedad, del que era registrador Salvador Amorós Mora y sustituto el alcireño José María Sales Luis. Más tarde, el segundo piso fue ocupado por la familia del comerciante de frutas Casimiro Caballer Balust; también residieron unos años en este emblemático edificio el matrimonio formado formado por Octavio Terol y Consuelo Tena, mientras que la planta baja fue la vivienda y consultorio del médico alcireño Enrique Montalvá Albentosa y al final del edificio, por la zona donde salían los carruajes, se instaló el carpintero José Soler, quien terminaría sus días de labor como portero de la fábrica de Cartonajes Suñer, al pie de la Muntanyeta del Salvador.

El 5 de junio de 1971 comenzó a publicarse en Alzira un semanario de información general de La Ribera, «La voz del Júcar», que editaba Antonio García Canal, siendo su directora María Amparo Peris Pallardó -recientemente fallecida-, cuya rotativa estaba situada en la habitación de la parte izquierda de la entrada de esta casa, donde al mismo tiempo estaba la administración y redacción.

La mansión que mandó construir Cucó en 1921 sufrió el abandono durante muchos años deteriorándose sensiblemente, hasta que en 1977 fue adquirida por el sastre Ángel Sanchis. Desde hace años, sus hijos Jesús y Rafael han sido los encargados de la restauración de este edificio, quizás el más emblemático de los pocos que quedan en nuestra ciudad y de los muchos que existieron en La Vila y desaparecieron, sobre todo en el pasado siglo XX.

Cucó, fue el promotor de la construcción del Hotel Reina Victoria, hoy edificio «Luis Suñer». El nombre de este hotel, uno de los primeros edificios que contaba con ascensor en nuestra ciudad, tenía cinco alturas, tuvo que ser sustituido por el de «Hotel Victoria» cuando el 14 de abril de 1931 fue proclamada la II República. También fue propietario del huerto denominado «Masía de la Calzada», ubicado entre los términos de Carcaixent y La Pobla Llarga. 

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