Finales de abril. Es el plazo que se marcan las autoridades sanitarias valencianas para que la vacunación masiva contra la Covid se lleve a cabo en al menos diez municipios de la Ribera. Por el momento, únicamente Alzira concentra la administración de dosis tanto al personal docente como a la población de 64 y 65 años.

El proceso avanza, aunque no a la velocidad a la que querría la sociedad ante la escasez de vacunas. No obstante, se encara ya el cuarto mes desde que se inoculasen los primeros fármacos a los usuarios de las residencias de la comarca. Durante esta semana, el personal sanitario atiende tanto a los vecinos de la comarca de la franja de edad de 80 a 89 años como a aquellos nacidos en 1956 y 1957. Este último grupo, compuesto por unas 5.800 personas, supone un primer paso hacia la vacunación masiva de la población tras el ensayo que supuso vacunar a los profesionales del sector educativo de la comarca.

En ambos casos, el proceso se ha llevado a cabo en el Casal Fester de Alzira, que todavía hoy recibe a los vecinos de la comarca de 64 y 65 años. Cada persona es atendida en un puesto de recepción, donde se comprueba su identidad y la cita. Posteriormente se revisa si existen contraindicaciones para la vacunación o dudas. A continuación, reciben la dosis y permanecen en observación de 15 a 30 minutos.

El fármaco inoculado es el de AstraZeneca, que solo se administra hasta los 65 años, lo que explica los dos frentes abiertos: el grupo de 80 a 89 y el ya mencionado. De hecho, está previsto que la próxima semana se inicie la vacunación de las personas de 79 años (y progresivamente hasta completar la franja de los que superan los 70), con la solución de Pfizer. Tanto ésta como la de Moderna son las que se han utilizado en personas mayores, aunque las dificultades en su manipulado y la escasez han ralentizado el proceso de inmunización en estas franjas de edad. De hecho, el proceso de vacunación se programa en base a la disponibilidad de vacunas.

Si no se retrasan los pedidos previstos (y prometidos por las empresas farmacéuticas), la Comunitat Valenciana recibiría unas 400.000 dosis a la semana a finales de abril. Con estos volúmenes, ya se podría hablar con propiedad de una vacunación masiva porque se podrían ampliar los puntos de administración. Se estima, por tanto, que para entonces serían hasta diez los municipios de la comarca que acogerían el proceso.

Sin repunte fallero pero pendientes del efecto de la Pascua

Los datos de contagios de las últimas dos semanas revelan un comportamiento mejor del esperado tras los días falleros, ya que apenas existe un repunte y se mantiene una incidencia baja en la comarca. Al reducirse tanto la tasa tras la Navidad, la probabilidad de contraer la Covid-19 es menor, pero no igual a cero. De hecho, las autoridades sanitarias todavía temen que las vacaciones pascueras todavía puedan influir y elevar la curva hasta cifras que, de nuevo, sean preocupantes.