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El IVIA ensaya fungicidas alternativos para el caqui por la resistencia del hongo

Agricultura emplaza a maximizar los controles en todas las zonas productoras tras detectar la expansión del problema en la pasada campaña

Un campo de caquis afectado por la necrosis foliar en una imagen de archivo. | VICENT M. PASTOR

El Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) está trabajando junto al servicio de Sanidad Vegetal de la Conselleria de Agricultura y Desarrollo Rural en un estudio para determinar el alcance de las resistencias detectadas en el hongo del caqui (Plurivorosphaerella nawae) a los tratamientos realizados con estrobilurinas -tanto el grado como la extensión- y en la búsqueda de fungicidas alternativos que actualmente se encuentran en fase de ensayo y que, según indicaron fuentes de la conselleria, «esperamos culminen con productos efectivos».

Los técnicos detectaron en la campaña 2019 que los tratamientos aplicados contra la necrosis foliar con dos de los seis productos autorizados no habían sido efectivos en parcelas de Alzira, Benimuslem, Guadassuar y Massalavés y, según el informe publicado semanas atrás por la conselleria, las prospecciones sistemáticas realizadas en 2020 han permitido comprobar que la resistencia del hongo al grupo de fungicidas Qol «está presente en la mayoría de las zonas productoras del caqui de la provincia de València».

En base a estos datos, el servicio de Sanitat Vegetal ha hecho extensiva la recomendación para que se maximicen los controles en todas las zonas productoras de caqui de cara la nueva campaña.

Se da la circunstancia de que la Conselleria de Agricultura publicó el martes un aviso por el que recomienda el inicio de los tratamientos fungicidas coincidiendo con el inicio del período de riesgo de infección, que suele darse en los meses de abril, mayo y junio, si bien las fechas concretas varían en función de la evolución del hongo en cada campaña. Se trata de un aviso habitual cada año cuando llega esta época y fuentes consultadas señalaron que el aviso no está relacionado con la aparición de cepas de la necrosis foliar resistentes.

Fuentes de la Conselleria de Agricultura explicaron ayer sobre el origen del problema que los fungicidas Qol (estrobilurinas) son propensos a generar resistencias y, por otra parte, señalaron que aunque cabe la posibilidad de que en algunas parcelas se observen más daños por este hongo, «si los agricultores siguen nuestras recomendaciones lo normal es que tengan la enfermedad bajo control». En este sentido, indicaron que hay que tener en cuenta que intervienen otros factores en el nivel de agresividad del hongo como, por ejemplo, una primavera más lluviosa de lo normal.

El hongo del caqui provoca unas manchas en las hojas, que se acaban secando y cayendo al suelo, mientras los frutos sufren una maduración anticipada. Los agricultores apenas cuentan con media docena de productos autorizados para frenar esta plaga, dos de los cuales han dejado de ser efectivos ante las cepas resistentes. La perspectiva es que el próximo año se restrinjan todavía más estos productos, si bien técnicos del IVIA y del servicio de Sanitat Vegetal de la conselleria se han aplicado en la búsqueda de fungicidas alternativos.

La recomendaciones específicas contra esta plaga abogan por iniciar los tratamientos por las parcelas de fenología más avanzada y hacerlo además con un producto penetrante como difenoconazol; realizar un máximo de tres aplicaciones fungicidas durante el período de riesgo, salvo si se aplica «Bacillus subtilis», ya que ese tratamiento debería aplicarse cada cinco días; no realizar más de dos aplicaciones con fungicidas del mismo grupo, o una en el caso de las estrobilurinas y, por último, no realizar ningún tratamiento fungicida a partir de mediados de junio.

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