La situación sanitaria en la Ribera acumula ya mes y medio de estabilidad. En este periodo de tiempo, los datos que ofrece semanalmente la Conselleria de Sanidad jamás han sobrepasado los cincuenta casos de Covid por cada cien mil habitantes, barrera que marca el riesgo moderado de contagio. No obstante, algunos pueblos sí han superado dicho umbral y las cifras conocidas ayer apuntan a ligeros repuntes que, de reproducirse en toda la comarca, pondrían fin una formidable racha.
La evolución de la pandemia en la Ribera ha seguido una línea similar a la de la del resto de la Comunitat. Los contagios crecieron progresivamente durante el mes de diciembre y, tras la Navidad, se alcanzaron las cotas más elevadas. A finales de enero, y debido a las duras restricciones impuestas por el Consell, la situación mejoró. Fue, aproximadamente, a inicios de marzo cuando los datos sanitarios de la comarca cayeron por debajo de los cincuenta casos por cada cien mil habitantes. Desde entonces, con ciertos altibajos, la cifra se ha mantenido en niveles que la OMS considera de riesgo bajo o muy bajo.
Las cifras hablan por sí solas. El portal estadístico de Sanidad elevaba, a inicios de marzo, a 23.018 personas contagiadas en la Ribera durante la pandemia. El último dato ofrecido esta semana situaba el dato en 23.343. Es decir, en aproximadamente mes y medio, tan solo se han registrado 325 contagios. Durante la tercera ola, algunas semanas se superaban los 3.000. Un claro síntoma de mejora. Pese a ello, el virus no ha dejado infectar vecinos de la comarca e, incluso, provocar muertes: casi cuatrocientas personas han perdido ya la vida en la Ribera.
El área de Salut Pública ofreció ayer a los ayuntamientos datos actualizados de contagios que, en algunos municipios, revelan un ligero repunte. Uno de los más significativos es el de Cullera, que en dos semanas ha pasado de tener 9,21 casos por cada cien mil habitantes a alcanzar los 59,87. Se sitúa, por tanto, en el umbral de riesgo moderado. El dato, por sí mismo, no es demasiado preocupante, aunque dependerá de si representa solo una pequeña cresta o el inicio de una nueva oleada.
En el caso de Alzira, la situación es más estable. Se ha reducido nuevamente el volumen de contagios por debajo de los 30 por cada cien mil habitantes, ya a que a fecha de ayer contaba con doce casos activos. El alcalde, Diego Gómez, sin embargo, no se separó de la línea discursiva de las últimas semanas al pedir prudencia: «Debemos mantener el esfuerzo que estamos haciendo para mantener esta baja incidencia», manifestó.
Carlet es otro de los municipios, junto a Cullera, que sobrepasa el umbral de los cincuenta, aunque su tendencia es a la baja. La semana pasada concentraba una incidencia acumulada de 112,69 mientras que en la actual se ha reducido hasta 75,6. Menor es el dato de Benifaió, que supera por poco la barrera de los treinta (32,66) o en L’Alcúdia, donde solo existía un caso detectado en los últimos catorce días.
Joan Baldoví recibe la dosis de AstraZeneca
El diputado por Compromís en Madrid Joan Baldoví recibió esta semana la vacuna de AstraZeneca en el Casal Fester de Alzira. El político de Sueca, de 62 años, animó a la población a no renegar del proceso: «Ya tengo la primera dosis. La vacuna es la única solución», proclamó.
