La gran sorpresa de Wimbledon tiene nombre de alzireño: Pedro Martínez Portero. El joven tenista prolongó ayer su gran actuación en el torneo inglés al colarse vez primera vez en la tercera ronda, algo que, confesó, «habría firmado con los ojos cerrados antes del torneo». Para ello, se deshizo del francés Gael Monfils, número 17 del mundo, por 6-3, 6-4, 4-6, y 7-6 (5) en un partido que dejó puntos de increíble belleza.
Martínez marcó un nuevo hito en su carrera, ya que nunca antes había vencido a un «top 20» del mundo. «Sabía que iba a tener opciones, porque él no está en su mejor momento», reconoció tras el encuentro sobre su rival.
«Este es el tercer torneo profesional que juego en esta superficie, así que si me dices al principio que iba a esta en tercera ronda lo habría firmado con ojos cerrados», dijo, antes de añadir que se está «sintiendo muy cómodo» en el césped londinense.
Martínez se encontró a un Monfils como el que esperaba, «muy físico, que te hace jugar todos los puntos y lo intenta todo el rato», pero supo aguantarlo el saque y meter la presión necesaria al resto.
El de Alzira sufrió para cerrar el partido en el cuarto set, cuando desaprovechó dos bolas de partido antes de sellar su clasificación en el desempate. «Esos siempre son los momentos mas difíciles de un partido. Con el 6-5 en el cuarto set he dudado un poco, y cuando dudas esta gente no te da muchas oportunidades», admitió, antes de recuperarse en el «tie break», donde dijo haber querido «especular, porque luego te arrepientes».
En la siguiente ronda se enfrentará a su amigo el chileno Cristian Garín, que venció a Marc Polmans.
