La Ribera Alta es la tercera comarca valenciana con mayor concentración de cooperativas agrarias, pero la única con tres firmas entre las diez más potentes en base a su facturación, según el informe socioeconómico elaborado por la Federació de Cooperatives Agro-alimèntaries con los datos aportados por 261 entidades al cierre del ejercicio 2019, que fue presentado en la última asamblea. Las cooperativas Sant Bernat de Carlet y Nuestra Señora de l’Oreto (Canso) de l’Alcúdia se mantienen en el «top ten» de entidades de primer grado con mayor volumen de negocio, un ránquing del que desaparece la Copal de Algemesí, una firma centenaria que todavía conserva como carta de presentación el eslogan «La mayor cooperativa citrícola del país», y al que se incorpora la Cooperativa del Camp de Vila Nova de Castelló.
La cooperativa de Carlet figura en el séptimo lugar de esta clasificación con una facturación de 38,14 millones de euros, con el caqui y la fruta de verano como pilares de su actividad, cuando en el ránquing del año anterior era la quinta cooperativa de la Comunitat Valenciana con un volumen de negocio de 42,44 millones de euros. Baja por tanto dos puestos.
Canso, por su parte, escala uno al pasar del décimo lugar en 2018 al noveno, a pesar de una ligera reducción de su facturación, que en el ejercicio analizado en el último informe se sitúa en 33,98 millones frente a los 34,85 millones del ejercicio anterior. Los cítricos y la fruta, en particular el caqui, centran la actividad de la entidad que preside Cirilo Arnandis, a su vez presidente de la federación.
La Copal cae en el ránquing
La Copal figuraba en el ránquing de 2018 como la octava entidad con mayor volumen de negocio de la C. Valenciana con más de 38 millones, aunque ha desaparecido de este «top ten». Por contra, los casi 26 millones de facturación permiten a la cooperativa de Castelló entrar en este selecto grupo en el décimo puesto. Esta relación la encabeza la cooperativa Surinver de Pilar de la Horadada, especializada en hortalizas, con una facturación de 74,42 millones de euros -superior incluso a la del año anterior-, por delante de la Cooperativa San Alfonso de Betxí, que tiene en los cítricos la actividad principal (52,8 millones), y la cooperativa San Isidro de Benicarló, que trabaja con frutas y hortalizadas (44,86).
Las diez cooperativas más fuertes de la Comunitat Valenciana suman en 2019 un volumen de negocio de más de 429 millones de euros mientras que la facturación agregada de las 261 cooperativas que participan en este informe anual que realiza la federación alcanza los 2.153 millones de euros y el valor final de la producción comercializada fue de 1.263 millones de euros.
El informe sobre el cooperativismo agrario valenciano también sitúa dos entidades de la Ribera entre las cinco principales exportadoras de la Comunitat Valenciana, por lo que a cooperativas de primera grado respecta. Canso ocupa el tercer puesto en este ránquing con exportaciones por valor de 24,84 millones de euros mientras que la Cooperativa del Camp de vila Nova de Castelló ocupa el quinto puesto con 19,42 millones de euros. Este ranqiung lo encabezada la cooperativa de Betxí con 42,26 millones y las exportaciones de las cinco principales cooperativas de primer grado suman 143 millones de euros, lo que representa más del 15 % del total exportado. En el informe de 2018 aparecían entre las cinco primeras exportadoras tanto Canso, que ocupaba el cuarto lugar, como la Copal de Algemesí, que era quinta.
La Ribera Alta se mantiene como la tercera comarca valenciana en número de cooperativas asociadas a la federación con un total de 20, justo por detrás de la comarca castellonense de la Plana Baixa, que cuenta con 29, y la Plana de Utiel-Requena, que cuenta con 26. La Ribera Baixa, por su parte, cuenta con ocho entidades, por lo que si se suman a las de la Alta, la Ribera concebida como una única comarca sería la segunda de toda la Comunitat Valenciana.
Los movimientos de cooperativas agrarias en busca de alianzas estratégicas que permitan ganar eficiencia y reducir costes estructurales continúan. La última en dar un paso en esta dirección ha sido la Cooperativa de Algemesí (Copal), que a mediados de junio aprobó, con el respaldo de una gran mayoría de los socios, integrarse en la cooperativa de segundo grado Green Fruits, principal socio de cítricos de Anecoop que nació de la unión de la Cooperativa Citrícola de la Safor, de Gandia; la SAT Novacitrius, de Oliva, y la Cooperativa Agrícola de Pego.
Se trata de un ejemplo más en una comarca que cuenta con otros precedentes, si bien hasta ahora estas alianzas se han tejido con entidades del entorno más próximo, como ha informado puntualmente Levante-EMV.
Uno de los primeros acuerdos, sino el pionero en la Ribera, fue el alcanzado por las cooperativas de Carlet y Guadassuar para constituir una entidad de segundo grado bajo la denominación de Ribercamp.
También la cooperativa alcireña Alzicoop llegó a un acuerdo con la cooperativa de l’Alcúdia para comercializar de forma conjunta la producción y, del mismo modo que en el caso de Ribercamp, la alianza ha supuesto nuevas inversiones para renovar o ampliar instalaciones y mejorar la productividad. En este caso, se han habilitado nuevas líneas en las instalaciones de Materna.
En El Marquestat, las cooperativas de Llombai, Alfarp y Catadau ya habían alcanzado un acuerdo con anterioridad para unir el área de suministros y, si bien hubo un intento por profundizar en esta alianza dada la difícil situación del campo valenciano, no se llegó a materializar.
La Copal se suma a la tendencia de alianzas estratégicas
La centenaria firma de Algemesí aprobó en junio su integración en la entidad de segundo grado Green Fruits
pascual fandos. Alzira
