Una fuga de amoniaco registrada en una fábrica de Guadassuar obligó ayer a encerrar durante más de tres horas a la población de las calles colindantes. El escape químico se originó en una válvula de las instalaciones. No hubo heridos pero la alarma sobresaltó a los vecinos cercanos a la zona del polígono industrial, que notaron un «fuerte olor» y se quedaron encerrados durante tres horas.

El escape químico se produjo en la fábrica Hicosol (antigua Guadafret), una empresa dedicada a la fabricación de hielo. Alrededor de las ocho de la mañana, se dio la voz de alarma. Las autoridades llamaron al confinamiento preventivo en un radio de 120 metros alrededor de la nave afectada.

En un primer momento, Emergències activó la situación cero del Pla territorial de la Comunitat Valenciana y posteriormente la uno. El 112 pidió en redes sociales al vecindario mantener las ventanas cerradas y el aire acondicionado apagado.

Alrededor de las 11 de la mañana, lograron detener la fuga y procedieron a ventilar la factoría. Los bomberos, protegidos con un equipo especial por el riesgo químico, fueron controlando los niveles de concentración de amoniaco en el aire hasta confirmar que la zona era segura.

La concejala de Seguridad Ciudadana, Rosa Almela, confirmó después que no hubo heridos y que nadie necesitó ayuda médica. «Por suerte, la industria está al borde del polígono y el confinamiento solo ha afectado a un par de calles», concretó en declaraciones a Levante-EMV.

Los trabajadores de Guadacoop, la cooperativa agrícola del municipio, cercana también al epicentro de la fuga, estuvieron confinados desde las ocho y media de la mañana hasta las doce del mediodía. «Con el aviso de las autoridades, lo cerramos todo. Notamos un olor muy fuerte, pero al llevar mascarilla casi no lo hemos notado», explicaron después del «susto».

La actividad en la cooperativa en estas fechas es más bien reducida, por lo que el suceso no supuso un gran parón. «Por la mañana suelen venir unos cuantos camiones a cargar y descargar la fruta que hay en las cámaras frigoríficas. Lo hemos tenido que posponer para mañana», detallaron fuentes de Guadacoop.

Se han quedado sin almuerzo y con el café a medias

A escasos cincuenta metros de la empresa, se encuentra el Bar El Molinet. Había seis clientes cuando entró por la puerta la Guardia Civil alertando de que tenían que cerrar.

«Había gente tomándose el café, tuvieron que dejárselo a medias y salir pitando; hemos sentido durante un rato el olor a amoniaco», relata la gerente de la taberna, que ha permanecido clausurada durante más de tres horas por culpa de la fuga. Le ha afectado de lleno a la hora del almuerzo, la más frecuentada, pero respira aliviada porque no hubiera ocurrido «ninguna desgracia».