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La diversión acuática va como una moto en la bahía de Cullera

Su uso entraña riesgos para usuarios y bañistas

Un grupo de usuarios de motos acuáticas ante los bloques de apartamentos queperfila la bahía de Cullera. | LEVANTE-EMV

El uso de la moto de agua se ha multiplicado exponencialmente en los últimos años contribuyendo a enriquecer la experiencia de los bañistas y aficionados que desean disfrutar de la emoción y la adrenalina propia de la conducción de estos vehículos en la bahía de Cullera, aunque el desconocimiento de la normativa genera no pocos imprevistos. Su uso también entraña ciertos riesgos y es vital que se tengan en cuenta las normas de seguridad. 

El alquiler de este tipo de vehículos náuticos se ha multiplicado y también la oferta de actividades. Los responsables de la empresa Moto Acuátic admiten el incremento de usuarios. Cuentan con un número importante de monitores especializados y titulados que intentan que los clientes aprendan las nociones básicas necesarias para realizar una excursión marítima sin riesgos a lomos de la moto acuática. Además, de todo lo reseñado, hay que resaltar la obligación de llevar chaleco salvavidas.

También organizan viajes en grupo al más puro estilo moto road. «Esta misma temporada hemos organizado ya una ruta a Jávea para visitar las diferentes calas y disfrutar no solo del uso de la moto acuática sino también del lugar», explica Rosa, una de las responsables del negocio.

Los precios pueden oscilar dependiendo mucho de la potencia de la moto acuática que se quiera alquilar así como de la duración de la experiencia. Cada vez son más las empresas que se dedican en el litoral de la Ribera Baixa a esa especialidad.

Mucha reglamentación

Para navegar con una moto acuática es preciso hacerlo siempre durante el día y en condiciones de plena visibilidad y buen tiempo. Y hay que desplazarse fuera de las zonas de baño balizadas. Se dispone de un canal específico para permitir la salida al mar de estos vehículos y la velocidad en estos tramos no puede superior los 20 nudos. No se permite conducir por una zona acotada para la celebración de regatas de embarcaciones propulsadas a vela, a motor o remo. Y es posible realizar excursiones en grupo siempre que se cuente con al menos un monitor autorizado por cada cuatro motos de agua.

Al tratarse de un vehículo acuático que se desplaza gracias a un motor de combustión, se necesita poseer un carnet para conducirlo. Solo se puede manejar sin carné cuando se alquila la moto a una empresa autorizada por la capitanía marítima. En este caso sólo se conduce por un circuito determinado y debidamente balizado tras haber recibido las instrucciones básicas de los monitores de la empresa arrendataria.

En el resto de los casos, incluido el alquiler por días, hay que haber superado los exámenes correspondientes para conseguir el carnet de moto. Es preciso tener 18 años (o ser mayor de 16 y tener la debida autorización paterna) y pasar las pruebas que determina cada tipo de carnet de moto. En algunos casos, se necesita un certificado médico.

También pueden llevar las motos náuticas aquellas personas que están en posesión de los títulos de patrón de embarcaciones siempre siguiendo las directrices marcadas por la titulación.

Vigilancia y sanciones

El auge de los deportes náuticos ha llevado a la Guardia Civil a realizar inspecciones. El año pasado se contabilizaron 84 inspecciones a embarcaciones de recreo y nueve infracciones: 4 por carecer de certificados de navegabilidad, tres por no disponer de póliza de seguro y dos por la ausencia de los títulos de patrón. También se revisaron las motos náuticas. Se ejecutaron 52 controles y 9 infracciones: dos por titulaciones, dos por matriculaciones, dos por ausencia de pólizas de seguro, una por carencia de elementos de seguridad y dos por incumplimientos de las zonas o periodos de navegación.

Los agentes inspeccionan también los establecimientos y negocios dedicados a esta actividad con el fin de concienciar sobre los riesgos tanto a los profesionales como a los usuarios esporádicos de este tipo de actividades.

Con la idea de garantizar al máximo la seguridad de los usuarios de las motos de agua y de los bañistas, la Guardia Civil ha puesto en marcha una campaña para controlar que se cumpla con la normativa vigente. La vigilancia abarca tanto a los usuarios de estos tipos embarcaciones y motos como a los profesionales de estas actividades acuáticas, cuyo auge se ha desatado, sobre todo entre los jóvenes que valoran tanto la libertad que ofrece como la velocidad que lleva implícita.

Los controles de los agentes abarcan las motos náuticas, pero también las embarcaciones deportivas y de recreo. La vigilancia se prolongará hasta el 15 de septiembre para mantener la seguridad de los usuarios y los bañistas durante el periodo de mayor actividad acuática del verano.

El control e inspecciones relacionadas con embarcaciones se lleva a cabo por parte de los Servicios Marítimos y patrullas de Puertos y Costas de la Guardia Civil en todo el litoral de la provincia de Valencia.

Entre las acciones que desarrollan los agentes se cita el control de los certificados de navegabilidad, de los justificantes de pago de la prima del seguro en vigor y la titulación de piloto correspondiente a las características de cada embarcación.

La Guardia Civil redobla el control y las inspecciones en el mar

Los agentes mantendrán la vigilancia todo el verano para garantizar la seguridad marítima

Joan R.Gimeno. alzira

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