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Anitín comienza a producir pan tostado tras invertir 11 millones en la nave de Carlet

La pandemia reduce un 12 % las ventas

Imagen de la fabricación y envasado de las populares rosquilletas en la planta de Carlet. | LEVANTE-EMV

La empresa Anitín ha comenzado a comercializar sus productos con su línea de panes tostados como buque insignia. Este es uno de los motivos por los que la compañía valenciana ha puesto en marcha en Carlet una nueva línea de producción de pan tostado, con una inversión de 11 millones de euros y con capacidad para producir 30.000 kilos de productos al día. Unas instalaciones punteras en tecnología,que han tardado casi medio año en estar culminadas y que se han ejecutado en plena pandemia.

Se trata de un importante esfuerzo inversor para la compañía, que cierra un año marcado por el impacto de la crisis sanitaria, que le ha llevado a ver rebajadas sus ventas en algo más de un 12%. Con una facturación en 2020 de alrededor de 55 millones de euros, los beneficios no han alcanzado el millón de euros, lo que supone una contracción de más del 50% respecto a 2019. En gran medida, este retroceso ha sido causado por el fortísimo incremento experimentado en el mercado de las materias primas, una subida que Anitin ha preferido asumir y no repercutir a sus consumidores.

De esta manera, Anitín se prepara para alcanzar una capacidad de fabricación de casi 22 millones de kilos de producto al año, principalmente en sus variedades de pan tostado clásico, pan tostado integral, pan tostado con cereales y semillas y pan tostado Integral bajo en sal y en azúcar.

En la actualidad Anitín cuenta con tres plantas de fabricación, dos de ellas situadas en Carlet (Valencia) con más de 40.000 m2 centrados en la fabricación de rosquilletas, pan tostado y tortas de aceite, y una planta de 14.000 m2 en Jerez (Cádiz), especializada, principalmente, en la elaboración de picos y regañás.

Una expansión con la vista puesta en EE UU y los países asiáticos

La firma valenciana Anitín, que tuvo su origen en un horno situado en Massalavés y que disaparó sus ventas gracias a l éxito alcanzado por las rosquilletas, centrará a partir de ahora su política de expansión internacional principalmente en Europa, donde ya está presente, mientras pone el punto de mira en EEUU y Países Asiáticos. No obstante, esta destacada inversión servirá para continuar ampliando las fronteras de la marca con su amplia gama de propuestas centradas en la panificación seca.La incorporación de esta la tecnología implantada en la factoría de Carlet, la firma busca reforzar tanto su crecimiento interno como su expansión en el mercado internacional, ya que con esta tercera línea de fabricación logra duplicar su capacidad de producción hasta alcanzar los 60.000 kilos de pan tostado al día.

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