El infierno regentado por los nazis es de sobra conocido. De entre sus víctimas, 27 eran hijos de la Ribera Alta. Todos ellos, demócratas republicanos que habían luchado contra el fascismo en la Guerra Civil. Sus nombres ya están escritos sobre unas «losas de la memoria» que se colocarán en las calles de la comarca. La consellera de Qualitat Democràtica, Rosa Pérez Garijo, hizo ayer entrega de las piedras a los alcaldes de la comarca en un acto en Castelló.
Las piedras forman parte del proyecto artístico internacional «Stolpersteine», que consiste en colocar los llamados «adoquines de la memoria» con los nombres de los represaliados por el III Reich. La iniciativa se extendió por toda Europa y la Generalitat Valenciana también la asumió como propia a través del proyecto «Construint Memòria».
Además de la consellera, en el acto de ayer participaron el alcalde de Castelló, Òscar Noguera, y representantes de los familiares de las víctimas del Holocausto, entidades memorialísticas y concejales de los distintos ayuntamientos de la comarca.
«No olvidar»
Pérez Garijo destacó en su discurso que ya se superan las doscientas piedras entregadas a los ayuntamientos con los nombres y apellidos de los valencianos que sufrieron el Holocausto nazi. «Han tenido que pasar 76 años desde la liberación de los campos de concentración, toda una vida, para que las víctimas reciban un reconocimiento», lamentó la consellera, tras reconocer «la deuda histórica a su sacrificio» por la democracia. En este sentido, subrayó la necesidad de «no olvidar a aquellos que lucharon por la libertad que hoy disfrutamos».
Las placas que se entregaron ayer llevan grabados los nombres de 27 deportados de ciudados como Alzira, l’Alcúdia, Carcaixent, Turís o Tous. Se inscrustarán en lugares emblemáticos, con el fin de arraigar en el imaginario colectivo las biografías de éstos héroes de la democracia.
