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Directos a los Juegos Olímpicos de Tokio tras brillar en el Cotif

Futbolistas contrastados en la élite como Bryan Gil, Marc Cucurella, Carlos Soler, Rafa Mir o Kang In Lee ya demostraron su calidad sobre el césped de Els Arcs durante los últimos años

Kang In Lee celebra un tanto durante los JJ OO. | EFE

Los Juegos Olímpicos centran la atención de los aficionados al deporte y de los medios de comunicación. La capital japonesa reúne durante estos días a los mejores atletas del planeta. Entre ellos, se encuentra un grupo selecto de diez futbolistas que tienen algo en común: ya demostraron su calidad en sobre el césped de Els Arcs en alguna edición del Cotif.

El brasileño Dani Alves. | LEVANTE-EMV

La Selección Española es el combinado que aporta un mayor número de componentes, todos ellos ya consagrados como futbolistas de élite en Europa. Los primeros en demostrar sus aptitudes futbolísticas en el torneo juvenil de l’Alcúdia fueron Carlos Soler y Rafa Mir, en 2014. Ambos fueron piezas indispensables de aquel equipo de canteranos del Valencia, dirigido por Rubén Baraja, que alcanzó las semifinales del torno. Soler ocupó el centro del campo, posición que recuperó en esta última temporada tras jugar escorado en la banda derecha. Mir, claro, la punta de ataque.

Dos años más tarde fue el turno de Marc Cucurella y Javier Puado, que ganaron el Cotif con la Rojita a las órdenes del que a día de hoy es también su seleccionador en los Juegos, Luis de la Fuente. El lateral zurdo fue titular la mayoría de partidos mientras que el delantero del Espanyol alternó el once inicial con el banquillo. Ya entonces demostraron lo que eran capaces de hacer sobre un terreno de juego. Solo un año después, Bryan Gil pisó también el césped de Els Arcs con la camiseta del Sevilla. Fue titular en tres de los cuatro encuentros que disputó su equipo. Aunque no fue la figura más destacada aquel año, su paso por el Cotif conformó una experiencia que, seguro, contribuyó a formar a uno de los talentos puros más importantes del fútbol español.

Talento suramericano

Al otro lado del océano Atlántico se encuentran dos selecciones que aportan hasta tres futbolistas olímpicos que el público del Cotif pudo disfrutar hace algunos años. El caso más curioso es el de Francisco Sebastián Córdova, que compitió con México en 2015 y en 2016. Centrocampista titular en ambas ediciones para la tricolor, fue semifinalista en 2015. Al siguiente año, no pasó de grupos. Durante los Juegos, el mediocentro del América ha disputado como titular los tres primeros partidos y ha anotado un gol. Algo más al sur en el mapa americano se encuentra Argentina, combinado que se ha llevado a Tokio a dos viejos conocidos del graderío de Els Arcs. En 2018, el nueve albiceleste se llamaba Adolfo Gaich. Su mejor actuación en aquel verano se produjo durante el encuentro ante la selección murciana, a la que anotó dos tantos. No obstante, su aportación goleadora se frenó allí, aunque no la de su equipo, que ganó el torneo. El delantero del CSKA de Moscú se ha despedido de los Juegos sin marcar. Un año después vistió los mismos colores Joaquín Blázquez. El joven guardameta cosechó dos porterías imbatidas (frente a España y en la goleada a Baréin); no obstante, encajó uno frente a Mauritania y tres frente a Rusia. Argentina se quedó a las puertas de la final.

MVP con gol

Uno de los que más sorprendió a su paso por el Cotif en los últimos años fue el coreano Kang In Lee, que defendió los colores del Valencia en 2017. Ya estuvo en l’Alcúdia, con 12 años, disputando (y ganando) el Promeses. En 2017, alternó titularidades y suplencias, anotó un gol frente al Santos y llegó a la final, que perdió en la tanda de penaltis. Pero lo que nadie dudó aquel verano era que, con él en el campo, el fútbol desplegado por los valencianistas adquiría otro nivel, con una exquisitez técnica y una capacidad de dirigir a los suyos en la parcela ofensiva admirables. A nadie le sorprende que fuera declarado mejor jugador del torneo. En la primera fase de los Juegos Olímpicos ha marcado tres tantos.

La lista la cierra alguien que dista de ser, precisamente, un joven talento emergente. Dani Alves, que defendió los colores de Brasil hace casi dos décadas, en 2002. Por aquel entonces, era un joven jugador que todavía no había dado el salto a Europa. Su carrera profesional ha ido en continuo ascenso desde ese verano. Al año siguiente haría las maletas hacia Sevilla. Su palmarés está lleno de copas nacionales e internacionales tanto con el equipo hispalense como el Barcelona, el París Saint-Germain o la Juventus, además de, por supuesto, con la selección. Con 38 años ya cumplidos, todavía derrocha fútbol. Ya parece que todavía tiene cuerda para rato.

Una mujer pionera en unos JJ OO que pasó por l’Alcúdia

No solo en la modalidad masculina hay representantes con el gen Cofit. Se merece una mención especial Nayadet López Opazo, que luce en su camiseta el apellido materno durante los Juegos. Valenciana de nacimiento (Manises, 1994), su padre es español y su madre, chilena. Debutó en las filas del Valencia con solo quince años y formó parte del combinado autonómico hasta que en 2018 tramitó la doble nacional. Su paso por el Cotif se produjo, sin embargo, unos años antes, en 2011, en aquel partido amistoso de la jornada inaugural entre Valencia y Levante que fue el germen del actual torneo femenino. El 6 de octubre de 2019 debutó oficialmente con Chile y ha sido una habitual en las convocatorias de José Letelier hasta el punto de convertirse, aunque con la selección suramericana, en la primera futbolista española en participar en unos Juegos Olímpicos.

Un fenómeno llamado Dani Alves

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