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Peregrinos a Santiago entre naranjales

La Ribera es paso obligado para numerosos visitantes extranjeros que se decantan por completar esta versión del Camino, de 1.200 km

Peregrinos a Santiago entre naranjales

Las personas que piensen que el Camino de Santiago solo discurre por el norte de España, andan muy equivocadas. Cada vez son más los peregrinos que optan por realizar la ruta valenciana, que cruza la comarca de norte a sur. Los visitantes extranjeros son los que sienten una mayor predilección por este itinerario, que tiene en Algemesí y la Pobla Llarga dos albergues en los que poder reponer fuerzas.

De nuevo, si alguien piensa que se trata de una ocurrencia moderna, también erra. Esta ruta se realiza desde hace siglos, aunque fue la Asociación de Amigos del Camino de Santiago la que recuperó allá por el año 1991. Lo hizo a raíz de las investigaciones de Amparo Sánchez. Su libro «Presencia de peregrinos en el Hospital General de Valencia en el siglo XVI» constata que «muchos peregrinos de Roma, Jerusalén o Palestina venían a finales de la Edad Media en barco hasta el puerto de València y desde allí se trasladaban a Santiago por la Vía Augusta y las antiguas rutas romanas de la península».

Peregrinos a Santiagoentre naranjales

De ese modo, la ruta valenciana del Camino de Santiago, de 1.138 kilómetros, está dividida en 42 etapas a pie o 15 si se hace en bicicleta. El recorrido parte de la capital valenciana y discurre por poblaciones de la provincia en 5 etapas: Valencia-Algemesí, Algemesí-Xàtiva, Xàtiva-Moixent, Moixent-La Font de la Figuera y La Font de la Figuera-Almansa y continua por las provincias de Albacete, Toledo, Madrid, Ávila, Zamora y Orense hasta Santiago. En la comarca de la Ribera, la ruta discurre por Benifaió, Almussafes, Algemesí, Alzira, Carcaixent, la Pobla Llarga y Manuel.

Peregrinos a Santiagoentre naranjales

«Nuestro Camino va a más año tras año», explica a Levante-EMV Julio Blasco, director del Museu Valencià de la Festa d’Algemesí, que añade: «Esta ruta la recorren más peregrinos extranjeros que españoles. Del Estado destaca la presencia de vascos y catalanes». La localidad se volcó de lleno hace dos décadas, ya que abrió su albergue en 2001. «Fue algo que sorprendió a nuestros vecinos ya que desconocían, mayoritariamente hasta esta fecha, la relación historia de Algemesí con el camino. Una relación que permanecía latente pero no oculta ya que nuestros monumentos, nuestras calles y sobre todo, los símbolos históricos de nuestra ciudad estaban repletos de iconográfica compostelana. La misma basílica, dedicada a San Jaime Apóstol y peregrino, las vieiras que adornaban las columnas y algunos de los frisos de entrada del templo y sobre todo el antiguo escudo de la ciudad que presenta al apóstol Santiago caminando sobre el histórico empedrado de la Vía Augusta», comenta.

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Intercambio cultural

Según reconoce Blasco, lo que más fascina al peregrino que realiza esta ruta es que su primer tramo discurra entre naranjos. Los foráneos reconocen su fruto, pero son pocos los que han tenido la oportunidad de ver los árboles y pasear entre el olor a azahar. Aunque debido a las temperaturas estivales la ruta valenciana es más propia en otras épocas del año, la pandemia ha reavivado un interés que ya era creciente. «Recuerdo que cuando se alzaron las restricciones para viajar, a los dos días ya teníamos aquí a un catalán y a una brasileña. Esta semana, pasaron un irlandés y una japonesa y se fueron juntos. Es lo bonito de esta experiencia, que permite el intercambio entre culturas», destaca Blasco.

Durante dos décadas, se cuentan por miles los visitantes que han pasado por el albergue de Algemesí. Unos venían de Asia. Otros, de América. Algunos, de Asia. Aunque la mayoría proviene de países centroeuropeos. Blasco subraya, además, el mayor atractivo turístico de la ciudad desde entonces. El Museu ha organizado su propia campaña de difusión a través de ferias nacionales e internacionales y exposiciones temporales.

«La incorporación de Algemesí al proyecto del Camino de Levante, con la creación del albergue, punto de llegada y salida de la primera y segunda etapa del camino, y la declaración de nuestra Festa como Patrimonio de la Humanidad, han sido hasta la fecha, los dos hitos más importantes en torno al turismo histórico y cultural de la ciudad», concluye.

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