El Ayuntamiento de Algemesí ha modificado la Ordenanza de Regulación del Tráfico para prohibir expresamente la el paso de vehículos de movilidad personal (VMP) o de tracción eléctrica por las aceras y zonas de peatones. A partir de ahora, estos vehículos circularán por carriles bici y vías de sentido único u otras calles donde esté limitada la velocidad a 30 kilómetros por hora.
La ordenanza municipal aprobada por la corporación conlleva la ampliación con 27 artículos nuevos que regularán por primera vez la circulación en bicicleta, en patinete eléctrico y en otros VMP. El concejal de Seguridad Ciudadana y Tráfico, Teo Montalvà, destaca la necesidad de establecer un marco específico para este tipo de vehículos, «que ahora tienen unos deberes y unos derechos propios».
A partir de ahora, los dispositivos motorizados y destinados al desplazamiento individual son considerados vehículos a todos los efectos y sus conductores están obligados a cumplir las normas de circulación, como el resto de personas que manejan coches y motos. Entre estas, destaca la obligatoriedad de mostrarse visibles en todo momento y la imposición de sanciones porl uso de auriculares, teléfono móvil o cualquier otro dispositivo.
Los nuevos artículos establecen también reglamentos particulares a cada «vehículo». Las bicicletas circularán de manera preferente por los carriles bici, aunque los ciclistas también tienen derecho a circular por la calzada siempre que no lo hagan a una velocidad anormalmente reducida; por las calles, parques y jardines deben priorizar a los peatones.
En la actualización también se regula el uso de monopatines, patines y aparatos similares sin motor con medidas parecidas a los VMP, a los que se les añade «no invadir la calzada y los carriles de circulación de vehículos a motor, excepto para cruzar». El empleo de los conocidos patinetes eléctricos se popularizó hace unos años y todavía no está regulado en gran parte de La Ribera. Después de ver a sus usuarios sin casco, por carretera y a elevadas velocidades se reclamó la regulación del mismo en las grandes capitales, pero en las zonas rurales se llega a convertir en un handicap difícil de combatir. Los últimos aspectos de la normativa desarrollan la clasificación de posibles infracciones en leves, graves y muy graves. Las más leves podrán convertirse en sanciones monetarias y, en algunas más graves, se procederá la inmovilización y retirada de los aparatos.
La concejalía de Movilidad se propone registrar este tipo de vehículos con códigos «QR» que entrarán en vigor en los próximos meses. Incluso se contempla mantener y mejorar las diferentes infraestructuras viarias y asegurar que las personas dispongan de una red de itinerarios «completa, suficiente y segura». Esta regulación supone un impulso a la normalización y aceptación del empleo de vehículos que no emiten CO2. Àngel Ferrer, concejal de Transición ecológica y Medio Ambiente, destaca que con la nueva normativa y el plan de expansión de los carriles bici «avanzamos hacia un modelo de movilidad y de ciudad más sostenible y respetuoso con nuestro entorno».