La mecha de las fallas aplazadas de 2021 que València se dispone a encender en los próximos días prenderá de forma tímida en la Ribera. Únicamente Turís verá arder monumentos de cartón-piedra durante el mes de septiembre, mientras que apenas otras tres localidades celebrarán las fiestas en octubre si la situación sanitaria lo permite y, además, con una participación reducida, ya que en el caso de Alzira y Sueca solo un pequeño grupo de comisiones ha decidido sacar los monumentos a la calle mientras que en Almussafes sí se contempla la participación de las tres fallas existentes. Sumando las tres localidades, un máximo de quince comisiones protagonizarán estas fallas atípicas en el puente de octubre.
Cuando las autoridades sanitarias abrieron en mayo la puerta a celebrar las Fallas de 2021 a partir del mes de septiembre, la gran mayoría de municipios de la Ribera descartó esta opción para centrarse ya en las fiestas de 2022, si bien algunos contemplaron la posibilidad de aprovechar esta autorización para celebrar el Mig Any Faller, una expectativa que mantienen localidades como Castelló, Benifaió o Sollana.
Las fallas de Alzira, que habían previsto celebrar las fiestas la primera semana de septiembre, han acordado esta semana aplazar los festejos a la espera de que la evolución de la pandemia permita en octubre celebrar un mayor número de actos que, debido a las restricciones en vigor, no se podrían programar ahora. No obstante, de las 35 comisiones censadas sólo seis participarán en estas celebraciones y una de ellas todavía deber refrendar esta decisión en asamblea. Cierto es que la JLF ha abierto la puerta a que se sumen otras comisiones, aunque parece poco probable.
Cinco comisiones en Turís
Así las cosas, Turís será la única localidad de la Ribera que celebre en septiembre sus fiestascon la participación además de las cinco comisiones locales aunque, como es habitual, lo hará fuera del calendario que marca en València. En este casos, las Fallas de Turís se celebrarán del 16 al 19 de septiembre, según confirmó ayer el alcalde, Eugenio Fortaña, quien señaló que, como preámbulo de las fiestas, precisamente mañana tendrá lugar una gala de entrega de recompensas e imposición de bandas. El ayuntamiento ha concedido una ayuda extraordinaria de 1.500 euros a cada falla para incentivar la participación y, según indicó Fortaña, los falleros están a la espera de que el Consell actualice las restricciones en el ciclo que arranca el 6 de septiembre para conocer cómo se van a poder celebrar los diferentes actos.
El puente del 12 de octubre
El segundo acto de estas atípicas fallas se vivirá en octubre en Alzira, Sueca y Almussafes. En la capital de la Ribera Baixa serán seis las comisiones que planten y quemen sus monumentos de las 16 existentes. Las dos de El Perelló, Tro i Flama y Poble Vell, y cuatro de Sueca ciudad, en este caso, Sucro, Avinguda d’Espanya, Plaça Cervantes y El Mercat. Las fiestas arrancarán el 7 de octubre con la «plantà» y se prolongarán hasta el día 12. El presidente de la JLF, Bernardo Garrigós, admitió ayer que la reducida participación inevitablemente va a deslucir las fiesta -de las trece fallas que plantan en Sueca ciudad solo lo harán cuatro-, pero recordó que en su momento se dio libertad a las comisiones con la única condición de que aquellas que decidieran participar sacaran a la calle una falla digna. La JLF ha asignado una subvención extraordinaria de mil euros a cada falla por el esfuerzo que supone esta celebración.
Así las cosas, Almussafes será el único municipio en el que en octubre participen todas las comisiones censadas, en este caso tres, según confirmó ayer la presidenta de la JLF, Adela Girona.
