En 1971 tuvo lugar una fiesta extraordinaria en Corbera. El 8 de septiembre, tras mucho tiempo de preparación y espera, fue coronada canónicamente la Virgen gótica de la Mare de Déu del Castell. Todo empezó en 1955 cuando el que era párroco de la localidad, Julio Roig Villalba, se entrevistó por primera vez con el arzobispo de Valencia Marcelino Olaechea para pedir que la Virgen del Castillo de Corbera fuera declarada Patrona Canónica de la «Vila i Honor» de Corbera. Redactados los informes pertinentes y mandados a Roma, el papa Pío XII aceptó la petición mediante la Sagrada Congregación de Ritos. De esta forma en 1956, la Virgen fue declarada como «Nuestra Señora del Castillo de la Villa y Honor de Corbera, Patrona principal ante Dios del pueblo de Corbera».
En 1966, el nuevo cura párroco, Salvador Albelda Tormo, animó a la feligresía a colaborar para lograr la coronación canónica de la Virgen. En 1967 se constituyó la Junta Pro-Coronación y a finales de 1970, una representación presidida por el alcalde, Enrique Hernandis Pastor, y el cura párroco, se entrevistó con el arzobispo de Valencia José Mª García Lahiguera para manifestarle el deseo del pueblo de Corbera de coronar canónicamente a su Virgen en septiembre de 1971. La propuesta fue aceptada e inmediatamente se solicitó el permiso a la Santa Sede.
Las nuevas coronas de la Virgen fueron encargadas al orfebre José Bonacho David, sufragando su coste Concha Rubio, viuda de Costa. Al mismo tiempo, el beneplácito de la Santa Sede y llegó en agosto.
Se organizaron unas fiestas extraordinarias y la Virgen María recorrió todas y cada una de las calles del pueblo engalanadas para recibir a su patrona. Las fiestas comenzaron el primer día de novena, el 28 de agosto. Tras el acto litúrgico, la imagen de la Virgen del Castillo salió en procesión por los distintos barrios. La rivalidad entre los vecinos por adornar las calles llevó a que estas lucieran en esplendor y estuvieran ricamente engalanadas.
El acto culminante de estas fiestas tuvo lugar el 8 de septiembre, festividad de la Virgen. Al mediodía y tras la solemne Misa Pontifical, en la que se leyó la «Carta de Coronación» de la Santa Sede, fue coronada canónicamente la Mare de Déu del Castell de Corbera en la plaza del pueblo ante la admiración, fervor y entusiasmo de todos sus vecinos. Por la tarde, tuvo lugar la procesión general y el día 9 la imagen fue trasladada al cementerio, donde en un sencillo acto se recordó a los vecinos y devotos fallecidos.
Finalmente, la imagen de la Virgen fue trasladada a su camerino con el propósito que no volviera a bajar hasta 25 años después, momento en que se volverían a celebrar unos actos extraordinarios.
De manera extraordinaria la talla gótica de la Virgen del Castillo viajó a Madrid en 1973 para formar parte de una exposición sobre el siglo XV valenciano.
En 1996 se cumplieron los veinticinco años de la Coronación Canónica de la Mare de Déu del Castell. En palabras del entonces cura párroco, Felipe Ferrer Serer: «…todos los vecinos de este ribereño pueblo compiten, con fervorosa ilusión, por ofrecer lo mejor de sí mismos a su Madre y amada Patrona». Un año antes, la talla gótica de la Virgen fue trasladada, a Torrent donde fue restaurada por Francisco Almenar Besó. El cura párroco hizo partícipe de su inquietud por el estado en que se encontraba la Virgen al alcalde Pascual Ureña Gomis, quien se puso en contacto con la Conselleria de Cultura.
Nuevamente en 1996 la imagen de la Virgen del Castillo visitó todas las calles de los distintos barrios de la localidad, que al igual que 25 años antes, estaban engalanadas para recibir a su Mare de Déu.
En 2007 se celebró el 50 aniversario del Patronazgo Canónico de la Virgen y por tal motivo se organizó en la iglesia parroquial una exposición de arte sacro: «Mare del Nostre Voler». Apoyó la iniciativa el cura párroco Manuel Ortí Esteve, siendo el comisario de la exposición Sebastian Puig Talens con la colaboración de Miquel Gómez Sahuquillo.
Con motivo del Año Jubilar Mariano y del 45 aniversario de la Coronación, la imagen volvió a recorrer las calles de Corbera y se hicieron fiestas extraordinarias.
En 2021 tiene lugar la celebración del 50 aniversario de la Coronación Canónica y el 65 aniversario como patrona principal. La situación actual de pandemia ha obligado a conmemorar esta efemérides de una manera diferente a como se hubiese querido celebrar. Pero como dice el alcalde, Vicent Marrades Esparza, «…se han consensuado las posibles acciones con los diferentes agentes implicados pensando en la salud de la ciudadanía y, especialmente, en las personas más vulnerables…».
Así que los actos extraordinarios dedicados a la patrona se han visto afectados. No obstante, la Virgen, como en anteriores ocasiones, ha salido en procesión por todas las calles de Corbera. Los vecinos han permanecido frente a la puerta de su casa para ver pasar a la Virgen y evitar así aglomeraciones. Cumpliendo esta normativa, el próximo día 8 de septiembre, los actos concluirán con la procesión en honor a la Mare de Déu del Castell de Corbera. Este será también el último acto que presidirá el cura párroco Milton Velásquez, que ha sido destinado a Silla.
Por lo que respecta a la imagen, se trata de una talla gótica de finales del siglo XIV o del siglo XV que representa a la Virgen de pie con su niño en el brazo. Con una altura de 1.12 cm, está realizada en madera de conífera, dorada y policromada.
La primera documentación de la imagen data del siglo XVI, donde en los inventarios de obras o de cambio de alcaide del castillo de Corbera, se habla de su capilla y de los objetos e imágenes que había en su interior. En el siglo XVII la Virgen se traslada a la población mientras se repara la capilla que se encontraba en la fortaleza. Las obras, no obstante, nunca se llevaron a cabo por lo que definitivamente la imagen se queda en la iglesia parroquial. Durante la Guerra Civil, la iglesia es destruida y la talla de la patrona fue llevada en secreto a València, donde permanece escondida en una habitación de la Universidad Literaria. Acabada la guerra, la Virgen regresa a su pueblo y actualmente está entronizada en el Altar Mayor del nuevo templo, construido al terminar la contienda.
