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La sustitución de las tejas reducirá de 60 a 6 toneladas el peso de la cúpula

La futura cubierta de cobre patinado aligera el peso y emplea materiales más duraderos

Lateral de la cúpula en el que se abrió una cata de estudio. | PERALES IBORRA

La sustitución del actual revestimiento de tejas de cerámica vidriada -y toda la obra de albañilería interior- por planchas de cobre oxidado en el proceso de reconstrucción de la cúpula de la iglesia de Nuestra Señora de Sales de Sueca permitirá reducir el peso de la bóveda de las 60 toneladas actuales a sólo 6, según detalló ayer el Arzobispado de València, que confirmó que, si el mal tiempo no lo impide, está previsto que hoy se retomen las obras para reparar este singular elemento del templo de la patrona, que conllevan derribar toda la hoja exterior.

La reducción del peso de la cúpula para evitar las tensiones que está provocando en la estructura es uno de los objetivos del proyecto de intervención elaborado por el equipo multidisciplinar que dirigen los arquitectos Luis Cortés y Pepe Pardo, que ha encontrado en las planchas de cobre una alternativa más ligera y también más económica ya que la reconstrucción con el sistema actual obligaba a rebajar la curvatura para corregir un defecto estructural y reforzar el tambor.

La utilización de planchas de cobre patinado sobre una base de tableros de madera hidrófuga cambiará el color exterior de la cúpula, al pasar del característico azul de la teja de cerámica vidriada por un tono verdoso. Se trata del mismo sistema constructivo que el empleado en la iglesia de San Carlos Borromeo de Viena (Austria).

Hoy está previsto que se instale el andamiaje para acometer los trabajos previstos, que arrancarán con el derribo de toda la hoja exterior, retirando las tejas azules, que datan del siglo XX, para acometer después la rehabilitación de la estructura metálica interior que será reparada y reforzada. Una vez restaurada la estructura se colocarám tableros de madera hidrófuga y ,sobre éstos, las planchas de cobre patinado.

«Con todo ello, la cúpula aligerará su peso, pasando de las 60 toneladas que registraba, a tan sólo 6, gracias al empleo de materiales mucho más ligeros y también duraderos en el tiempo», explica Luis Cortés y Pepe Pardo, que trabajan desde hace meses en el estudio de la cúpula.

Una estructura interior pequeña para el peso que soporta

Las lluvias de noviembre de 2020 agravaron una grieta en la cúpula que ya había sido detectada en 2008 por Cortés y Pardo, si bien entonces no presentaba «ningún riesgo». Los técnicos señalan que esta pudo deberse «al deterioro, oxidación y peso de la estructura metálica que la soporta, porque estaba muy dañada, y algunos perfiles se vieron agravados en los últimos meses por las intensas lluvias». Uno de los desperfectos detectados en la estructura es que el entramado metálico de meridianos y paralelos que sujetan la cubierta tiene unas pletinas demasiado pequeñas para el peso que soportan y la oxidación ha provocado también que esta estructura aumente de volumen y la presión ejercida hacia el exterior ha ido agravando las grietas.

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