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Las fallas llegan por primera vez a cuatro pueblos de La Ribera

Catadau, Senyera, Beneixida y Benimuslem quemarán monumentos y Antella recuperará los actos tras dos décadas sin festejos

La falla de Beneixida durante el proceso de confección | LEVANTE EMV

Catadau, Antella, Senyera, Benimuslem y Beneixida. Cuatro de estos municipios de La Ribera plantarán fallas por primera vez, a excepción de Antella, que vivió su última «plantà» a finales del siglo pasado. La Diputació de València ha diseñado un plan para llevar las populares fiestas a diversas poblaciones con el objetivo de promover la cultura fallera y ayudar al colectivo de artistas a superar la situación económica tan delicada que atraviesan.

Una de las localidades en la que se plantará a finales de mes un monumento fallero es Catadau. Allí, tres jóvenes iniciaron el pasado mayo el proyecto para crear la primera comisión fallera, que aún sigue en proceso de constituirse en asociación cultural. Con la «plantà», el municipio vivirá la antesala de la fiesta que, si todo continua así, tendrá continuidad el próximo año.

«Veo que la gente tiene ganas de fallas. Hay muchas personas colaborando y esperamos que todo salga genial», comenta Héctor Roig, alcalde de Catadau. El ayuntamiento ha preparado una serie de actos para acompañar las celebraciones falleras de septiembre. Entre elllos destacan las actividades recreativas para los más jóvenes, el concierto del grupo Tardor y la organización de una cena popular, pero su realización dependerá de las actualizaciones de la normativa sanitaria que la Generalitat publicará el lunes. El 30 de septiembre se plantará el monumento realizado por el artista fallero Álvaro Guija y se quemará el domingo 3 de octubre.

Poco arraigo

Otro de los municipios ribereños que participará en esta iniciativa es Antella. El pueblo no disfrutaba de celebraciones falleras desde finales del siglo XX, por lo que prácticamente son también debutantes. El alcalde, Antonio Juan, se muestra optimista con la instalación de la falla. «A la gente les gustará cuando la plantemos, tendrá buena acogida», augura el edil, que prosigue: «No creo que tenga continuación. Aquí está más arraigada la fiesta de los Moros y Cristianos, pero de todas formas será un gran evento para el pueblo».

En Antella, el monumento fallero se plantará en torno al 8 de diciembre, coincidiendo con las celebraciones de la festividad de la Inmaculada Concepción.

Senyera, Beneixida y Benimuslem son los otros tres pueblos agraciados por el plan impulsado por la diputación, que podrán disfrutar del calor de las fallas por primera vez.

La iniciativa queda enmarcada en las ayudas concedidas por la corporación provincial valenciana a sectores tradicionales afectados por la pandemia, entre ellos el de los artistas falleros, para dinamizar su actividad.

A parte de los cinco pueblos de La Ribera, el plan afectará a 25 localidades más de toda la provincia, todas sin una reconocida tradición fallera y donde nunca se ha quemado ningún monumento.

Con la consecución del plan de la diputación, el Gremio Artesano de Artistas Falleros de València habrá recibido 600.000 euros en los últimos dos años con el objetivo de paliar las pérdidas económicas a causa de la pandemia.

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