Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La firma indeleble del cantero

Los símbolos cincelados sobre roca permiten estudiar la cronología de iglesias y ermitas

La firma indeleble del cantero |

La iglesia de los Santos Juanes de Cullera es otra de las construcciones de la Ribera que

La firma indeleble del cantero |

conserva diferentes marcas de cantero que se remontan a la época de la construcción del

La firma indeleble del cantero |

templo, entre ellas algunas se pueden localizar en el campanario.

La firma indeleble del cantero | MIQUEL GÓMEZ SAHUQUILLO

Los muros de la iglesia de Santa Catalina de Alzira conservan diferentes marcas. Una representa la estrella de David, hay otra en forma de «L» mayúscula y una tercera dibuja un rectángulo dispuesto en horizontal. Este mismo rectángulo, pero partido y en disposición vertical, lo encontramos en la iglesia de Sant Pere de Sueca.

La firma indeleble del cantero

Esta singular construcción de estilo gótico valenciano que se remonta al siglo XIII presenta diferentes

La firma indeleble del cantero

marcas de cantero como figuras geométricas, pero también otras en forma de cruz y los llamados signos

La firma indeleble del cantero

de cáliz cerrado que se repiten en otras construcciones de la comarca de la Ribera.

La firma indeleble del cantero

Los edificios tanto medievales como del periodo moderno se construyeron mayoritariamente con piedras. Los maestros canteros se abastecían de materia prima en lugares cercanos o la adquirían en comarcas vecinas. El tipo de piedra determinaba cómo había de ser el edificio. Al mismo tiempo, los maestros canteros dejaban su marca en los muros. Según la calidad de la piedra y su tipo, resultaba más o menos idónea para ser trabajada y cincelada hasta convertirla en piedra de sillar, siendo así utilizada en numerosos edificios en distintas épocas.

La firma indeleble del cantero

Con la creación del nuevo Reino de Valencia a partir del siglo XIII y una vez derrotada la cultura andalusí, la monarquía muestra necesidad de administrar las nuevas tierras conquistadas al islam. Las iglesias cristianas tendrán a partir de ese momento una doble función, por una parte religiosa y por otra administrativa. Con ello se pretendía cohesionar el nuevo territorio. Comienza, por tanto, la construcción de muchas iglesias, capillas y ermitas. Se trataba de edificar nuevos templos para la cristiandad.

La firma indeleble del cantero

Nuevo sistema de construcción

Parte de las antiguas torres de alquería andalusíes se reconvirtieron en nuevas fortificaciones cristianas. Algunos lienzos murales se construyeron utilizando el antiguo sistema de tapia, muy empleada por los musulmanes. En cambio, los cristianos utilizaron en la construcción de los muros de las nuevas edificaciones piedras de sillería, sobre todo en los arcos, en los ángulos de los muros o en las bases de los mismos, pero también en lienzos murales enteros. Otras edificaciones, por el contrario, se levantaron utilizando únicamente piedras de sillería o ladrillos macizos unidos con argamasa.

La firma indeleble del cantero

Muchas canteras comenzaron sus actividades en este periodo. Suministraban buena parte del material necesario para la transformación de las piedras en sillares destinados a los edificios públicos y religiosos. La morfología geológica de la comarca de donde provenían o eran importadas las piedras tenía bastante que ver con la tipología de roca utilizada y, por tanto, en el acabado final de las obras.

El cantero era el operario conocido en la Edad Media como el «maestro de la piedra y de la cal». Su pericia era capaz de escuadrar la piedra con aparente facilidad. La necesidad de construir templos cristianos en ciudades y núcleos de población pequeños hizo surgir bastantes talleres de canteros que fueron los artífices de obras notables en nuestras tierras.

Esta actividad se deja ver también en la Ribera. La encontramos reflejada en la iglesia de Santa Catalina de Alzira, la ermita de Sant Roc dels Ternills de Carcaixent o en las torres de las iglesias de Cullera, Sueca o Castello.

Cruces, cuadrados o triángulos

La señal del cantero sobre el sillar fue bastante común a partir de la conquista en el siglo XIII y sobre todo durante el siglo XIV. Tenía que ver con el operario, la obra realizada y el precio establecido. La marca permitía el control y la calidad del trabajo que se había hecho. Su estudio nos ayuda a establecer la cronología de los edificios. Según el cincel, si era ancho o estrecho, se daba un tipo de marca que, partiendo de un trazo horizontal, se transformaba en un dibujo con diversas variantes: una cruz, un cuadrado, un triángulo, un ángulo y otras formas geométricas que pueden llegar a la complejidad de transformarse en dibujos figurativos e incluso simbólicos.

Las marcas de cantero en algunos monumentos de la Ribera también son variadas. La correspondencia entre los edificios y las marcas resulta evidente debido a que los talleres de sillería se hacían cargo de una obra determinada tras ganar un concurso. Algunos talleres eran itinerantes. En un espacio geográfico cercano, un mismo taller podía realizar diversas obras incluso de manera simultánea. En caso contrario, los materiales y sillares podían proceder de canteras y talleres distintos, motivo por el que aparecerían diversas marcas en un mismo muro o en diferentes estructuras murales.

De todas maneras, en grandes edificios, la marca de cantero servía para controlar el propio material, la calidad y el taller al que pertenecían. También servía para saber si una remesa de sillares estaba en perfectas o en malas condiciones, por lo que abría la posibilidad de amonestar este modo si fuera necesario a la empresa correspondiente.

En los edificios estudiados en la Ribera del Xúquer, observamos que los signos encontrados se corresponden con figuras geométricas, aunque en algún caso aparecen trazos de carácter simbólico, destacando los religiosos. Algunas de estas marcas de cantero las podemos ver en edificios próximos unos de otros, mayormente en aquellos que se corresponden con el periodo bajomedieval. Encontramos así marcas repetidas en los contrafuertes y el campanario de la iglesia de Castelló, en los muros de la iglesia de Santa Catalina de Alzira o en la ermita de Sant Roc dels Ternills de Carcaixent. Otros similares los podemos observar en los campanarios de las iglesias de Sant Pere de Sueca, y tanto en su base como en el campanario de la iglesia de los Santos Juanes de Cullera, aunque algunos muestran una orientación diferente.

Estrella de David

En la iglesia de Santa Catalina de Alzira existen dos marcas que representan una a la estrella de David y otra a un rectángulo dispuesto en horizontal. Este mismo rectángulo, pero partido y en disposición vertical, lo encontramos en uno de los muros laterales de la iglesia de Sant Pere de Sueca. Una marca en forma de estrella de ocho puntas la vemos en la iglesia de Sant Pere de Sueca en el mismo muro lateral.

La función de las marcas de cantero sería por tanto utilitaria. Estaría relacionada con la obra donde se tendría en cuenta el control de los materiales de la misma, pero también puede ser señal de identidad o pertenecía del maestro cantero o maestro de obras.

En el estudio realizado en algunos de los edificios históricos de la Ribera del Xúquer, podemos observar como algunas marcas son características o se encuentran únicamente en una determinada construcción, mientras que otras, por el contrario, aparecen en diversas edificaciones que pertenecen a la misma época. La marca en forma de cruz nos aparece en la iglesia de la Asunción de Castelló, en Santa Catalina de Alzira, en la ermita de Sant Roc de Ternills de Carcaixent y en la base del campanario de Sant Pere de Sueca.

Otra marca en forma de «L» mayúscula la podemos ver tanto en las iglesias de Castelló como de Santa Catalina de Alzira. En todos los edificios aparecen signos o marcas cuya morfología son figuras geométricas, de trazos y por supuesto símbolos religiosos como la cruz. De todas ellas destacan las marcas operativas de obra, que se utilizaban para señalar las piezas de sillar que previamente se colocaban sobre la montera.

Con orientaciones distintas y variantes diferentes tenemos las marcas o signos llamados de cáliz cerrado que encontramos en la iglesia de Castelló y en la ermita de Sant Roc de Ternills. En Sant Pere de Sueca aparecen representadas las marcas en forma de trípode y con una variante diferente la podemos observar en Castelló. En esta última iglesia de la Asunción en los contrafuertes de la misma, tenemos diversos ángulos con orientaciones muy variadas. Los vemos también en Alzira y en Ternills.

Siglos XIV a XVI

El estudio de estas marcas de cantero se ha hecho sobre todo en algunos edificios religiosos construidos en la baja edad media en la Ribera, concretamente entre los siglos XIV, XV y principios del XVI. En cambio,en la iglesia de Sant Pere de Sueca vemos que se utilizaron los antiguos sillares medievales en la construcción del nuevo templo barroco, conservándose también la base del antiguo campanario sobre el que se levantó el nuevo.

Las empresas de cantería, y las que llevaban a cabo las obras, así como los maestros que las dirigían, tenían sus propias marcas que se grababan en los sillares. Si observamos la relación de estas marcas entre los distintos edificios estudiados podría establecerse que estas empresas o algunas de ellas trabajarían en distintas obras de la comarca al mismo tiempo y se encargarían de la construcción de estos edificios históricos que aún hoy se conservan en la Ribera del Xúquer.

UNA SELECCIÓN DE MARCAS. Piedras que conservan la huella del cantero. 1 La escalera del campanario de Castelló muestra algunas de las marcas que se localizan en la iglesia. 2 Estrella en la iglesia de Santa Catalina de Alzira.

3 Marca en forma de rectángulo en el mismo templo. 4 y

5 Marcas en forma de cruz en la iglesia de los Santos Juanes.

6 Polígono cuadrilátero con una cruz en su interior en la parroquia de Cullera. 7 Trípode en la iglesia de Sant Pere de Sueca. 8 Marca en Sant Roc de Ternils. Ff

Compartir el artículo

stats