El Ayuntamiento de Turís ha decidido suspender la concesión de licencias y autorizaciones para la instalación de plantas fotovoltaicas en suelo no urbanizable durante un periodo de dos años como medida cautelar ante el goteo de empresas que ha mostrado interés en ocupar grandes extensiones de terreno y a la espera de tramitar una modificación de las normas urbanísticas para regular la implantación de estas centrales en aquellas zonas del término que los técnicos consideren más idóneas. El acuerdo adoptado en el último pleno excluye de esta suspensión las instalaciones fotovoltaicas que se proyecten sobre edificaciones ya existentes o aquellas de autoconsumo.
El alcalde de Turís, Eugenio Fortaña, señaló ayer que el principal problema al que se enfrenta el ayuntamiento en el actual «boom» de megaplantas es «la falta de información». «Las empresas no hablan claro, quieren que firmemos la compatibilidad urbanística de los terrenos, pero te marcan una zona amplísima que no concretan y en la que no tienen en cuenta que hay terrenos de protección agrícola, forestal o arqueológica, y sería como firmar un cheque en blanco», indicó. Fortaña comentó que «ocho o nueve empresas» han mostrado al consistorio su interés en promover la construcción de centrales fotovoltaicas, aunque dijo desconocer cuántas quedan tras el proceso de absorciones que ha registrado el sector. De momento, indicó, sólo una, la que impulsaba el complejo más pequeño, ha presentado el proyecto en la conselleria.
El informe elaborado por los técnicos municipales como base del acuerdo de suspensión alerta de que la instalación desordenada de grandes plantas industriales fotovoltaicas podría tener un efecto negativo en el término de Turís por la gran superficie que requieren y la posible destrucción de los valores tradicionales del municipio, eminentemente agrícola, incidió Fortaña, y aboga por ajustar el planeamiento urbanístico para ordenar este posible uso del suelo para evitar su impacto en los valores agrícolas, ambientales, territoriales y paisajísticos.
Los técnicos subrayan la necesidad de abordar esta modificación de las normas subsidiarias tras constatar que el decreto aprobado por el Consell para facilitar la implantación de este tipo de instalaciones declara todo el término de Turís compatible «sin tener en cuenta el carácter protegido o no de la ordenación urbanística».
Los técnicos alertan de que mientras las normas subsidiarias que rigen en Turís determinan los usos del suelo permitidos en cada zona, lo que excluye aquellos no contemplados, el decreto solo considera incompatible la instalación de plantas fotovoltaicas cuando esté expresamente prohibido en el planeamiento urbanístico.
«La redacción del artículo 19 del Decreto Ley supone la ruptura de este sistema de ordenación de usos, estableciendo la posibilidad de implantar instalaciones fotovoltaicas de has 50 MW en cualquier tipo de suelo pese a la protección existente. Esta situación puede suponer desorden en la ubicación adecuada de estas instalaciones, depredando el territorio sin criterios urbanísticos, por lo que se debe estudiar la idoneidad y testar la voluntad de la población para la colocación de estas plantas, su restricción o incluso su prohibición», exponen.
El alcalde comentó que el ayuntamiento en ningún caso quiere facilitar la obtención del suelo para estos proyectos mediante expropiaciones. «Se habla de extensiones que dan miedo que provocarían que nuestro término agrícola, si no desaparece, faltaría poco, cuando somo s un pueblo que vive de la agricultura y que tiene en la cooperativa a la empresa más grande. Hay que proteger el interés del pueblo», comentó Fortaña.
