El temporal de mar que azota la costa valenciana ha afectado de nuevo al litoral de Cullera.En especial los daños se han centrado en la zona conocida como El Silencio/Brosquil, donde de nuevo el mar ha invadido los terrenos agricolas. Las olas han llegado a inundar zonas agrícolas tras engullir los arenales.
La fuerza del Gloria que se cebó con la costa valenciana en enero de 2021 dañó seriamente el cordon dunar situado del Brosquil y El Dosser. Y esta vez el temporal marítimo se ha cebado con la zona sur de la desembocadura del Xúquer. La ausencia de dunas, todavía no regeneradas desde el anterior temporal, ha facilitado que el intenso oleaje avanzara de nuevo y el agua salada ha llegado a invadir algunos terrenos agrícolas próximos al mar.
Los responsables del Ayuntamiento de Cullera se pusieron ayer en contacto con la demarcación de Costas para solicitar una reunión de forma urgente que permita, sobre el terreno, realizar una evaluación de los daños, y tal y como afirmaba el concejal delegado de playas del consistorio cullerense, Salvador Tortajada, «buscar de forma urgente e inmediata soluciones para este problema que se resiste año trás año y contra los que no podemos actuar periodicamente, por lo que vamos a exigir soluciones al respecto».
Otra zona que habitualmente resulta afectada por este tipo de temporales, la zona del Dosser, situada al norte del Faro, también se vio ayer afectada por el ya habitual retroceso de la arena de la playa, aunque esta vez allí sí que ha funcionado el cordón dunar.
El Perelló y Sueca
Por su parte, en la zona de El Perelló, hasta mediodía de ayer el temporal había respetado la playa, aunque con el consiguiente retroceso de los arenales, invadidos por la fuerza de las olas. En algunos puntos, el mar ya había llegado al paseo marítimo. La arena comenzó a depositarse en la zona peatonal, aunque sin ocasionar desperfectos. No queda prácticamente arena y el mar golpeaba contra la pared del propio paseo marítimo.
En parecidos términos se ha comportado el temporal en La Llastra, Les Palmeretes o el Mareny de Barraquetes, donde la arena de la playa ha sufrido un importante retroceso, pero sin causar daños relevantes en las infraestructuras, aunque si que provoca, al igual que en El Perelló, que la playa desaparezca.