El Ayuntamiento de Cullera ha adquirido el histórico almacén de naranjas de Cabanilles para construir allí, de la mano de la Generalitat, un centro integral de Servicios Sociales, así como un centro de día para personas mayores. El nuevo edificio permitirá en un futuro cercano, por una parte, dar un salto cualitativo en la atención a las personas usuarias de los servicios sociales integrados municipales y, por otra, ofrecer una respuesta a una de las demandas históricas de la población en materia de políticas para la tercera edad.
Actualmente, los Servicios Sociales se prestan de forma dispersa en diversos edificios municipales. El objetivo con este centro unificado es tener un punto de referencia que mejore la atención y se convierta en un referente de las políticas para las personas en un barrio emblemático como es el Raval de Sant Agustí, donde se emplazarán las instalaciones.
Cullera prácticamente ha cuadriplicado la plantilla de Servicios Sociales desde el año 2015 y ofrece nuevos servicios en esta materia. Por ello, precisa de un espacio donde todas estas personas puedan trabajar concentradas, de forma colaborativa y en comunidad, un especie de «hub» social de las políticas para las personas.
Asimismo, Cullera carece en estos momentos de un servicio público de centro de día para personas mayores y el equipo de gobierno pretende con esta nueva infraestructura dar respuesta a las peticiones del colectivo de personas mayores y sus familiares que, actualmente, deben desplazarse fuera del municipio para poder ser atendidos.
Por unaatención de calidad
Además, el edificio contará con un espacio destinado a las personas que actualmente atiende Afacu. «Será el referente de la atención social en nuestro municipio», ha señalado el alcalde, Jordi Mayor. «Vamos a dar un salto cualitativo porque no debemos conformarnos con ser uno de los municipios que más inversión social por habitante realiza, sino que además debemos procurar que esa atención a las personas sea de calidad. Que los servicios sociales sean algo más que dar ayudas, que sean la garantía de los derechos sociales básicos y de la dignificación de la persona», ha destacado la primera autoridad local.
Los descendientes de Emilio Cabanilles mostraron su «satisfacción» por el uso que el ayuntamiento ha decidido dar al antiguo almacén de naranjas. «Un uso social del cual mi padre estaría muy orgulloso y satisfecho», indicaron.
